Perú. Desarrollo sostenible y territorio ordenado

La deforestación en la Amazonía, producto de un territorio “desordenado”.

Verónika Mendoza / Mariátegui
20/12/13

Si hay algo que define bien al Perú es su diversidad: de culturas y lenguas, de modos de relacionarse con el territorio, de ecosistemas, de recursos naturales; diversidad que constituye un enorme potencial.

Sin embargo, desde el Estado nuestro territorio suele verse esencialmente como un espacio físico con recursos naturales a ser explotados, y se pierde de vista el conjunto de dinámicas económicas, sociales y culturales que se desarrollan en este. 

La primacía de un enfoque rentista en desmedro de la sostenibilidad social, económica y ambiental; el centralismo, la sectorialización y la falta de mecanismos de participación ciudadana nos impiden desarrollar toda esa potencialidad con justicia y equidad. En síntesis: no planificamos.

Esta falta de planificación se refleja en un territorio “desordenado”: asentamientos poblacionales expuestos a desastres naturales, concentración en zonas donde escasea el agua y es difícil llevarla, infraestructura y servicios mal distribuidos; deforestación, desertificación; superposición de derechos sobre un mismo territorio (comunidades indígenas, zonas arqueológicas, concesiones mineras, forestales, lotes  petroleros, áreas naturales protegidas, etcétera) y conflictividad social.

Por eso es necesario “ordenar nuestra casa”. En esa perspectiva es que los gobiernos descentralizados han estado trabajando en la identificación de las potencialidades y limitaciones de sus territorios mediante la zonificación económica ecológica, información a partir de la cual deberán definir dónde y cómo ocupar el territorio y usar los recursos naturales de manera sostenible. 

Por ello, propusimos un proyecto de ley de ordenamiento territorial que garantice la institucionalización de espacios y mecanismos de construcción de los planes de ordenamiento territorial, que delimite claramente las funciones de sectores y niveles de gobierno, y que asegure la aplicación efectiva de estos planes. No podemos seguir avanzando a tientas, es hora de planificar, con un enfoque de sostenibilidad, de manera democrática –y no solo tecnocrática–, hacia dónde queremos ir como país.


* Verónika Mendoza. Congresista de la bancada de Acción Popular - Frente Amplio

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