Venezuela aboga por la construcción de una "Nueva Arquitectura Ética Social Internacional"

Durante Conferencia General de la ONUDI

Mariátegui
06/12/13

Lima.- Venezuela solicitó a la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) su apoyo en la construcción de una “Nueva Arquitectura Ética Social Internacional” que permita definir la futura agenda para el desarrollo humano y el desarrollo sostenible, post 2015.

Tal planteamiento fue hecho por el jefe de la delegación del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, embajador Alexander Yánez Deleuze, en la novena sesión plenaria de la XV Conferencia General de la ONUDI que se celebra en Lima.

Desde la tribuna multilateral y previo a su alocución, el diplomático venezolano recordó y rindió tributo al Comandante Hugo Chávez, al cumplirse, este jueves 5 de diciembre, nueve meses de su desaparición física.

Durante su intervención, Yánez estimó necesario profundizar el debate y las acciones en el ámbito nacional y global, para "cambiar el modelo de desarrollo depredador que el Capitalismo le ha impuesto al mundo en los últimos tres siglos", criticando "la amenazante extensión de la voraz economía de mercado" y sus devastadoras consecuencias en el medio ambiente.

El representante del Gobierno Bolivariano llamó a adoptar "acciones inmediatas y mediatas que permitan rescatar el equilibrio del ambiente y apuntalar los procesos económicos productivos del ser humano".

Señaló que para que surja y se comprenda la importancia del "nuevo modelo alternativo de desarrollo socialista" se requiere "un rol protagónico y simbiótico de hombres y mujeres con los nuevos valores del “vivir bien” que apoyen una economía ecológica y socialmente sustentable como lo proponen los mandatos de ONUDI, para alcanzar de esta forma el desarrollo inclusivo y sustentable".

En tal sentido, consideró que la cooperación Sur-Sur y, dentro de ella, el ALBA, PETROCARIBE, UNASUR, CELAC, son ejemplos de esas alternativas para que América Latina y el Caribe sea un sujeto y no objeto ante los grandes desafíos de la globalización.

En su breve pero contundente reflexión, declaró convencido que el desarrollo industrial no será posible si no se garantiza la soberanía sobre los recursos naturales y que ello "significa la garantía de su utilización para los objetivos humanistas y naturalistas del Socialismo", que además debería tener el desarrollo industrial que se propicia desde el foro de la ONUDI. "Así, ratificó, tendremos soberanía sobre los recursos en la medida en que tengamos la libertad de su explotación, administración y uso con miras al desarrollo. Ello es indivisible de la política".

Venezuela también cuestionó la posibilidad de un Desarrollo Industrial adecuado mientras se sostenga "el acoso, sabotaje o bloqueo que potencias extranjeras insisten en llevar a cabo en nuestros países".

Citó el caso emblemático del bloqueo a la República de Cuba, que consideró como "explícito y aborrecible", así como advirtió y lamentó que este mismo patrón se "está expandiendo, de hecho, a Venezuela, pues durante 15 años hemos también sido sometidos a sabotajes, ataques y bloqueos progresivos a nuestro gobierno y nuestra economía.

Coincidiendo con posiciones de algunos países sostenidas durante el foro de la ONUDI, el embajador Yánez destacó que el crecimiento económico por sí solo no genera desarrollo.

"No cometamos el error del “desarrollismo” que ya vivió América Latina y el Caribe –advirtió-. Vinculemos el desarrollo industrial a los pueblos. Desarrollemos nuevos esquemas productivos que irradien en su entorno relaciones de producción e intercambio complementarias y solidarias, al tiempo que constituyan tejidos productivos de sostén de un nuevo metabolismo distinto al Capitalismo Depredador".
Como un llamado de atención, el Embajador venezolano dejó una última consideración a la audiencia: “El desarrollo industrial no debe hacerse para favorecer a la macroeconomía sino para beneficiar a los pueblos”.




El siguiente es el texto completo de la intervención del Excelentísimo Señor Embajador Alexander Yánez Deleuze, Jefe de la Delegación de la República Bolivariana de Venezuela, con ocasión de la 15º Conferencia General ONUDI.

Muchas gracias señor Presidente
En primer lugar, (deseo) felicitar a la presidencia de la Mesa Directiva, por el excelente trabajo que están haciendo
Felicitar a Li Yong, por su elección para dirigir a la ONUDI
Al señor Engels, por haber sido electo esta mañana como Auditor Externo
(Y) aprovechar la tribuna para rendir tributo a nuestro Comandante Presidente Hugo Chávez que hoy día está cumpliendo nueve meses de haber fallecido.
         
La República Bolivariana de Venezuela quiere expresar su respaldo a la ONUDI en el entendido del importante rol que puede desempeñar para la lucha contra la pobreza y el fortalecimiento de las economías con base en una visión humanista y amigable con el medio ambiente y endosa lo dicho por el Secretario General de la ONU, Señor Ban Ki Moon, en la sesión de la primera reunión plenaria, acerca de nuestro compromiso de cambiar el mundo y de crear  condiciones para colocar al ser humano en el centro de todas nuestras agendas; en especial en la del desarrollo. De allí que se debe priorizar el pleno cumplimiento de las Metas del Milenio en todos nuestros países, para la definición de una agenda post-2015 más efectiva.
         
En los temas sustantivos, quisiera decir suscribimos las declaraciones del G-77 más China y también del Grulac.
         
Señor Presidente:
          Venezuela continúa su proceso de transformación profunda de la mano de la democracia participativa y protagónica y en la construcción de un Nuevo Orden Económico Interno. Para ello, se están implementando nuevas experiencias de organización social y un modelo de producción fundamentado en valores socialistas donde convergen diferentes modelos de propiedad: por ejemplo, la propiedad privada, la propiedad estatal, la propiedad social, la propiedad ancestral,  la propiedad mixta, entre otras.

          El Modelo Productivo Socialista delineado en el Proyecto Nacional Simón Bolívar 2013-2019, que es Ley de la República, establece la creación de Empresas de Producción Social. Ellas son las entidades económicas dedicadas a la producción de  bienes o servicios en las cuales el trabajo tiene significado propio, no alienado y auténtico, no existe discriminación social ni privilegios en el trabajo asociado a la posición jerárquica; con igualdad sustantiva entre sus integrantes basada en una planificación participativa y protagónica.

          Justamente, para avanzar y consolidar la democracia participativa y protagónica se requiere afianzar el valor de la vida humana y su defensa, desde un plano fundamentalmente ético donde prive la solidaridad y el valor del “ser” por encima del valor capitalista “del tener para ser” y de “consumir para existir”; por lo que creemos que estos principios deben ser incorporados progresivamente a la ONUDI y a la construcción de las nuevas metas post-2015.

          Señor Presidente:
          Para la República Bolivariana de Venezuela es necesario profundizar el debate y las acciones en el ámbito nacional y global, para cambiar el modelo de desarrollo depredador que el Capitalismo le ha impuesto al mundo en los últimos tres siglos, mediante la amenazante extensión de la voraz economía de mercado; esto es lo que aspiramos cambiar desde foros como la ONUDI y desde los demás foros multilaterales.

          En consecuencia, serán necesarias acciones inmediatas y mediatas que permitan rescatar el equilibrio del ambiente y apuntalar los procesos económicos productivos del ser humano, sobre la base del respeto de los ciclos de la Tierra y de sus procesos regenerativos, mediante el establecimiento de una relación distinta de los humanos con la naturaleza.

          Este nuevo modelo alternativo de desarrollo social amerita un rol protagónico y simbiótico de hombres y mujeres con los nuevos valores del “vivir bien” que apoyen una economía ecológica y socialmente sustentable como lo proponen los mandatos de la ONUDI, para alcanzar de esta forma el desarrollo inclusivo y sustentable.
         
Con esto se cumpliría verdaderamente el mandato de la Cumbre de la Tierra de 1992: “satisfacer nuestras necesidades actuales sin poner en riesgo ni amenazar la capacidad de satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”.

          Señor Presidente:
          La ONUDI como parte del Sistema de la ONU debe apoyar el impulso de la construcción de una “Nueva Arquitectura Ética Social Internacional” que permita definir la futura agenda internacional para el desarrollo humano y el desarrollo sostenible, post 2015.

          Señor Presidente:
          El desarrollo industrial no será posible sino garantizamos la soberanía sobre los recursos naturales, ello significa la garantía de su utilización para los objetivos de inclusión y sustentabilidad que propiciamos desde este foro. Así, tendremos soberanía sobre los recursos naturales en la medida en que tengamos la libertad de su explotación,  administración y uso racional con miras al desarrollo. Ello es indivisible de la política.

          Tampoco es posible el Desarrollo Industrial si se sostiene el acoso, sabotaje o bloqueo que potencias extranjeras insisten en llevar a cabo en nuestros países. El caso del bloqueo a la digna República de Cuba es explícito y aborrecible y, que debo lamentablemente decir, se está expandiendo de hecho a Venezuela, pues durante 15 años hemos estado también sometidos a sabotajes, ataques y bloqueos progresivos a nuestro gobierno y nuestra economía. Un ejemplo, el sabotaje a la Refinería petrolera de Amuay y el ataque permanente al sistema eléctrico venezolano, con fines políticos.  
         
Esta batalla, al igual que lo ha hecho el pueblo de Cuba, la enfrenta el pueblo venezolano y no tengan ustedes dudas de que saldremos victoriosos. En ese contexto, los mecanismos de integración y de unidad juegan un rol fundamental para contener y avanzar ante las ofensivas imperiales y para garantizar espacios propios para el desarrollo.
         
Señor Presidente:
          Si bien compartimos la necesidad de un desarrollo industrial inclusivo y sustentable, debemos dejar clara nuestra posición como lo hicimos junto a los países del ALBA en la Reunión de Países de Renta Media celebrada en Costa Rica en el año 2013.        

“La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, reafirmando que cada país dispone de diferente enfoques, visiones, modelos e instrumentos, en función de sus circunstancias y prioridades nacionales, para lograr el desarrollo sostenible en sus tres dimensiones, económica, social y ambiental, desea dejar constancia que: en relación al abstracto y no consensuado con todos los países concepto de Industria Verde, si bien es de suma importancia que los países de renta media apuesten por un desarrollo económico en armonía con la naturaleza, esta forma de desarrollo conllevaría mayores costos para quienes lo deban implementar a partir de la fecha, a diferencia de los costos que tuvieron en su momento los que hoy en día son países de renta alta quienes omitieron e ignoraron el impacto de su proceso de industrialización sobre el medio ambiente. Por este motivo, el ALBA considera que los países industrializados deben asumir su responsabilidad por la depredación de la naturaleza mediante la transferencia de recursos y tecnología de punta para la generación de una industria limpia, sostenible y segura”.

          En tal sentido, la cooperación Sur-Sur y, dentro de ella, el ALBA, PETROCARIBE, UNASUR, CELAC, son ejemplos de alternativas para que nuestro continente sea un sujeto y no objeto ante los grandes desafíos de la globalización.
         
          Finalmente, deseo destacar que el crecimiento económico por sí solo no genera desarrollo. No cometamos el error del “desarrollismo” que ya vivió América Latina y el Caribe. Vinculemos el desarrollo industrial a nuestros pueblos. Desarrollemos nuevos esquemas productivos que irradien en su entorno relaciones de producción e intercambio complementarias y solidarias, al tiempo que constituyan tejidos productivos de sostén de un nuevo metabolismo distinto al Capitalismo Depredador.

          El desarrollo industrial no debe hacerse para beneficiar a la macroeconomía. Debe hacerse para beneficiar a los pueblos.

          Señor Presidente y señores y dignos representantes. Muchas gracias.  

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