Ecuador. Ni derecha, ni desestabilizadores

Manifestantes de oficialista Barrera y de candidato opositor a la alcaldía de Quito, esperando que culmine debate electoral.

Andrés Quishpe / Mariátegui
20/02/14

andjre@hotmail.es

Un presidente erguido, molesto e intensamente preocupado, ha sido la tónica de estos últimos días de campaña, el motivo central, la caída electoral del candidato alcalde por Quito, Augusto Barrera.

La credibilidad y la baja aceptación de Barrera no es nada nuevo para los Quiteños, la falta de planificación y la inoperancia fue la tónica de su administración. Problemas centrales como la vialidad, la inseguridad, la basura no han sido resueltos y se han agudizado.

La circulación vehicular empeora cada día, la falta de planificación en las obras -que de última hora se desarrollan- produce un gran caos en Quito. La movilidad de los quiteños es una procesión si fin. La inseguridad, que es una realidad palpable y no de percepción, se ha incrementado, los índices de delincuencia y violencia han aumentado en estos últimos años, la tasa de homicidios se desarrolló en Quito y subió de 10,5 a 13,06 muertos por 100000 habitantes. Los robos son cada vez más frecuentes, la mayoría de los ciudadanos han experimentado algún asalto o intento de asalto, de esta realidad no se ha salvado ni el alcalde y actual candidato Augusto Barrera, ya que en diciembre del 2010 fue víctima de un asalto. 

Mientras esto ocurre en Quito, Barrera y la millonaria propaganda local y gubernamental insiste en que su administración ha sido exitosa y señalan como trabajos estrellas de su gestión: el Metro de Quito (obra en construcción), la entrega del aeropuerto (edificación que fue cuestionada legalmente) y muchos elementos más, han demostrado que la Alcaldía verde es un ejemplo de una pésima gestión, la cual ha impulsado la molestia y el rechazo de las quiteñas y quiteños al actual candidato de Alianza PAIS.

El correísmo se encuentra preocupado de la posibilidad de pérdida de la alcaldía y para contrarrestar este acontecimiento han movilizado toda su maquinaria propagandista, difundiendo una gran cantidad de spot y vídeos publicitarios por la televisión y redes sociales, varias cartas, comunicados de prensa y llamadas telefónicas pidiendo el voto por Barrera a nombre del presidente y el ex vicepresidente Lenin Moreno, los ministros y personalidades de gobierno se han convertido en los principales activistas de campaña inaugurando obras como lo hizo José Serrano. 

Han lanzado una gran cantidad de mensajes para confundir y atemorizar a los quiteños, como por ejemplo: “si no votas por Barrera es ser de derecha o desestabilizador” o “si no logran captar ese voto y hay un voto anti-Barrera, que anulen el voto, pero que no se lo den al enemigo”. Recogiendo un mensaje que circula por la redes sociales me permito señalar que no elegir a Barrera no nos vuelve: de derecha, desestabilizadores, disidentes, traidores y menos aún desertores de una “revolución” que no existe. Lo que nos hace es ser hombres y mujeres que no tenemos miedo y rechazamos la prepotencia. Quito debe elegir libre y sin chantajes.

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