Inclusión de Israel en la Alianza del Pacifico podría revertir lo avanzado entre América Latina y Palestina


Nabil Shaath / Mariátegui
25/02/14

La visita del presidente Ollanta Humala a Palestina es histórica. Perú y Palestina se han enlazado por prácticamente un siglo a través de la comunidad palestina que vive en el país del Rímac. Perú ha reconocido el Estado de Palestina y su record en Naciones Unidas, así como la abismante mayoría de América Latina, se ha puesto del lado del derecho internacional, y particularmente del derecho a la autodeterminación de los pueblos. Sin embargo, la última decisión tomada en la cumbre de la Alianza del Pacifico de aceptar a Israel como un estado asociado de la organización, tiene el potencial de revertir con hechos lo que por años la región ha puesto sobre el papel: La convicción de que Israel debe terminar su ilegal ocupación. 

El derecho internacional es claro de que existe la responsabilidad de los países de hacer respetar las normativas, especialmente si es que su incumplimiento incluye la violación sistemática de los derechos humanos de una población. Israel, desconociendo las resoluciones que se comprometió a cumplir en orden de ser miembros de Naciones Unidas, continua negando al pueblo palestino sus derechos inalienables reconocidos por la comunidad internacional, incluyendo su derecho a la autodeterminación. 

Solo durante los últimos seis meses, que en teoría deberían ser usados para negociar un acuerdo final, Israel ha avanzado con la construcción de unidades en las colonias para prácticamente 50,000 colonos mientras el criminal bloqueo contra Gaza, que solamente el ex presidente colombiano Álvaro Uribe podría definir como ‘legal’, sigue asfixiando a 1.7 millones de personas desconectadas del resto de su país. Eso simplemente ratifica la determinación del gobierno israelí de destruir sobre el terreno las perspectivas de una solución de dos estados ¿Cómo se responde a eso? Claramente no con apertura comercial sino que con reglas claras que dejen claro a Israel que en orden de poder hacer uso de los beneficios que entrega ser parte de la comunidad internacional, este debe respetar sus reglas.

En momentos en que la comunidad internacional busca formas para terminar con la ocupación y colonización israelí, la Alianza del Pacifico integra a Israel sin ninguna condición. Al mismo tiempo, Perú negocia un Tratado de Libre Comercio con Israel que ha de ser mostrado, una vez más por Israel, como una prueba de que independiente de sus sistemáticas violaciones al derecho internacional, ellos pueden mantener e incrementar sus relaciones con el resto del mundo.

La responsabilidad internacional, incluyendo la responsabilidad de proteger, es un deber de todo miembro de la comunidad internacional. Legalmente es de todos, y moralmente es de forma particular en quienes confían en los instrumentos de la justicia internacional la resolución de sus divergencias, como es el caso de Perú. Como tal, los Convenios de Ginebra y el Estatuto de Roma con muy claros en cuanto a determinar cuál es la relación que debe existir entre una potencia ocupante que viola el derecho internacional y el resto del mundo. Son solo los que buscan promover la impunidad los que podrían pedir que esas consideraciones pasen a segundo plano al momento de hacer negocios con Israel.

Nuestras relaciones con Perú, así como con la gran mayoría de América Latina, continúan siendo privilegiadas y valoramos de forma inmensa los pasos tomados por ese bloque en función de la paz y la justicia. Esperamos, sin embargo, que la decisión de la Alianza del Pacifico sea reconsiderada para no contradecir con hechos lo que se ha dicho con palabras. Nosotros aspiramos a un Oriente Medio donde Israel deje de ser una potencia ocupante y se convierta en un país que respete el derecho internacional. En ese momento, incluso podríamos pensar en inversiones conjuntas entre Perú, Israel y Palestina. Hasta que eso no ocurra, hasta que el pueblo palestino no viva en paz y seguridad en su tierra, lo otro es simplemente incentivar la violación de nuestros derechos humanos y nacionales.

Nabil Shaath, Comisionado de Relaciones Exteriores para Al Fatah, miembro del Comité Político de la OLP y excanciller, evalúa la posición de las naciones latinoamericanas ante lo que ocurre en Oriente Medio.

* Título original: Perú, la Alianza del Pacifico y Palestina 

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