El Coordinador Nacional Agrario apuesta a construir paz y vida digna para el campesinado y el pueblo colombiano


Mariátegui
24/04/14

Una historia clave para entender las actuales protestas agrarias, la confluencia con otros sectores sociales y sus proyecciones. En esta entrevista con Colombia Informa, el líder campesino Germán Bedoya repasa la trayectoria del Coordinador Nacional Agrario -CNA- que integra desde su fundación. 

El protagonismo que las bases agrarias, indígenas y afro del CNA prometen desarrollar durante el Paro popular con los desafíos anunciado para las próximas semanas, encuentra su fundamento en la Asamblea Nacional que la organización campesina realizó el pasado mes de noviembre en las montañas de Nariño (ver Declaración final del CNA: "Hacia una gran movilización nacional y la unidad del movimiento popular"). 

Allí, cerca de mil delegados y delegadas definieron "reforzar la organización, para poner a tono al movimiento que impone la coyuntura política que vive el país". Pero detrás de esta vitalidad actual hay una historia de casi 20 años de organización paciente desde las bases y apuesta a instancias de coordinación con otros sectores sociales. Con esa idea el CNA impulsó la construcción del Congreso de los Pueblos, del que sigue siendo un referente en la elaboración de "mandatos para la Paz y la vida digna". Germán Bedoya proviene de la Asociación de Pequeños y Medianos Productores del Tolima, y fue uno de los protagonistas de esta historia desde sus inicios.

Colombia Informa: ¿Cuándo surge el Coordinador Nacional Agrario, cuáles fueron sus principales pasos hasta hoy?

Germán Bedoya: El CNA surge a raíz de la crisis cafetera y de los paros cafeteros de aquel entonces en Colombia. El primero fue en febrero de 1995 con la toma del parque Isidro Parra en el Líbano, Tolima, por unas ocho mil personas. El segundo fue el 20 de julio de 1995 en el parque Murillo Toro de Ibagué con una asistencia de veinte mil personas; ese mismo año, en septiembre, en el marco del paro, hicimos la primera Cumbre que mandató construir un espacio de organización nacional, un referente. 

Con este mandato nos fuimos a trabajar en diferentes departamentos y convocamos para febrero de 1997 al primer Foro Nacional Agrario que dio origen al CNA. Nos dimos ciertas tareas, nombramos un ejecutivo y nos ordenamos que para el año siguiente tendríamos que trabajar en la realización de un segundo foro que perfilara una propuesta política y reivindicativa para el campo colombiano. 

Fue así como en 1998 se realizó este segundo Foro Nacional Agrario con unos seiscientos participantes de diferentes procesos, el cual ratificó la conformación del CNA. Luego, en mayo del 2000 se realizó una Asamblea de Delegados y se comenzó a construir una propuesta de plataforma política, más reivindicativa frente a la condonación de las deudas, el bienestar campesino y las denuncias respecto a los derechos humanos en medio de una guerra muy fuerte en el país.

Para el 2003 se convocó al Congreso Nacional Agrario con otras organizaciones campesinas, indígenas y afrodescendientes del país y eso dio lo que se conoce como Mandato Nacional Agrario, que ayudamos a construir como CNA y también surgió una convergencia campesina, negra e indígena que, desafortunadamente, no dio los frutos esperados.

Después se dieron diferentes escenarios de movilización como la Cumbre Nacional de Organizaciones Sociales, la Cumbre Itinerante de los Pueblos y comenzamos un proceso de elaboración de una propuesta de país con un modelo de desarrollo incluyente, humano, sustentable y sostenible. Empezamos a trabajar el tema territorial, de la tenencia de la tierra, fumigaciones y desplazamiento forzado. Para el 2008 hicimos la tercera Asamblea Nacional del CNA en Buga, Valle, y se le dio vida a la plataforma política del CNA con seis puntos específicos, cada uno con unos ejes de contenido sobre temas prioritarios como la soberanía y la autonomía alimentaria, la tenencia, uso y propiedad de la tierra y el territorio, además de los derechos civiles, de mujer, género y generación y el componente de investigación, ciencia y tecnología.

C. I.: ¿Por esa época participan de la Minga indígena? ¿Cómo resuelven el impulso al Congreso de los Pueblos?

G. B.: Por entonces los indígenas convocan a caminar la palabra en la Minga, el CNA ve la propuesta como una buena proyección de unidad popular, la asume y en el 2009 camina la palabra hacia el Precongreso de los Pueblos en la ciudad de Cali, donde nos reunimos unas veinte mil personas. Ahí decidimos que nos iríamos en el 2010 a Bogotá a instalar el Congreso de los Pueblos. El CNA empezó a trabajar en clave minga y se volvió un actor protagónico desde esa época con la movilización y las propuestas en este Congreso.

En el 2011 se realizó el Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías en Cali, con el CNA junto con otros movimientos indígenas, afrodescendientes y campesinos del país. De allí surgió el Mandato del Congreso Nacional de Tierras, Territorios y Soberanías. Posteriormente, para el 2012 se programó la Semana de la Indignación en la que diferentes expresiones organizativas del país, sectores sociales, populares, estudiantiles, de mujeres y sindicales nos planteamos el porqué de la indignación y en cada una de las regiones hicimos movilizaciones, tomas, asambleas y festivales de acuerdo a la particularidad de los territorios durante un mes.

C.I.: Después de esas movilizaciones, en 2013 ya se da el Paro Nacional...

G. B.: Ya en abril del 2013 realizamos el Congreso Nacional para la Paz en Bogotá, donde el CNA se convirtió en un actor muy importante con la apuesta de paz y una propuesta de vida digna para el campesinado y el pueblo colombiano. Luego de esto se presentó la coyuntura del paro cafetero, así que diversas regiones y organizaciones del CNA salimos y propusimos, pero no capitalizamos esa movilización porque no lo hicimos de manera unificada sino cada región por su parte.

Ese mismo año se llamó a Paro Nacional Agrario, el CNA salió en diferentes regiones del país y logró posicionar un pliego nacional y unos pliegos regionales que hoy están en negociación. Hasta hoy hemos sido coordinación y pensamos en que debemos ser una organización con una estructura establecida, con mayores posibilidades y con una proyección tanto de fortalecimiento organizativo como de elaboración y construcción de una propuesta para Colombia.

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