A mi amigo V.P.C.
Rosina Valcárcel / Mariátegui
26/04/14
La tarde de la prisión es la más breve de su existencia Frente a la alucinación de que aún está libre le fluye mortal la sangre en el rostro de marfil Arde la dimensión de su cuerpo intenso Su ojo oriental se vuelve magenta Su coraje le hace tararear enérgico sin llanto ritual Es una infancia sin fin Se oye a lo lejos "Tu nombre me sabe a yerba..." Un pan y un café Es en lo absurdo del infierno cuando empieza a silbar más alto a danzar waynos, mientras se contempla en el otro y sus labios azules aprenden a sonreír ¿Tiene sólo un compañero? ¡No! tiene cientos y en América Latina acaso miles para tomar la posta y desagraviar a la Patria y la Libertad El camarada de obsidiana lo intuye bajo la arboleda que sembramos para los hombres y mujeres situados en lo alto de la historia Soy su pararrayo y llenos de cantos se alzan el viento y los caídos en todas las fronteras. ¿Quién huye tras los pájaros azules? Ni el amor ni el fuego.
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