Rosina Valcárcel / Mariátegui
08/08/14
A Milena Scherezade
“El cajón está de duelo / Ya no baila, ya no canta/ Y está seca la garganta/ Y entristecido el pañuelo.
Con la muerte, no hay consuelo, / todo se queda sin luz; /Cargaremos esta cruz, / de rabia y de penitencia,
que nos dejas con tu ausencia / don Rafael Santa Cruz”. (décimas anónimas)
Dueño del cajón y las tablas
Conocí tu antigua estirpe y la fuente de tu libertad
Te conocimos entre el desierto y la danza
Tu vasta sonrisa y el cultivo de la vid
Entre la funda del sol y las balas de la sal
Entre los carriles y la confluencia
Entre la mujer, el hombre y el totí
Entre el sonido de la madera y ella, la flor siempreviva
Eras el rebelde que no esperaba la tarea estuviera dada
Tenaz, peruano diestro / Movías árboles, viento y tierra para iniciar el sueño
Tu anhelo aislaba muros y piedras
Cualquier estorbo se hundía a tus pies Y los designios se volvían reales
(“Seamos realistas, exijamos lo imposible”)
-Trato de huir del trono del amor como de la muerte
La tierra ya no es una prisión –dijiste- y el bosque guarda
Mi secreto: Mi permanencia es el tiempo de una rosa
Nadie me aniquila Mi espíritu permanece indescifrable.
(Luz para tu camino. Gracias por tanto. Ibae!)
Martes, 5 de agosto de 2014, Lima.
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