#ForoColombiaInforma: La derecha mediática del continente se articula para frenar procesos de cambio


Mariátegui
25/09/14

Gerardo Szalkowicz, periodista y editor general de la sección Internacionales del periódico Marcha de Argentina, alerta sobre "la mucha articulación de los grandes medios (y su rol como actores políticos) y la poca articulación entre los medios populares de comunicación". Primera entrega de las ponencias del Foro "Comunicación popular como alternativa a la concentración de la información en Colombia y Nuestra América" que Colombia Informa organizó días pasados en Bogotá. 

Tres dilemas que atraviesan los senderos de la comunicación popular en Nuestra América

Por Gerardo Szalkowicz*. Buenos días a todas y a todos. Antes que nada, una sincera felicitación a Colombia Informa por realizar este foro, este encuentro entre hermanos y hermanas de Nuestra América, con el cual están demostrando que a pesar de todo lo duras que son las luchas aquí en Colombia, también tienen la cabeza puesta en aportar su granito de arena a los caminos de la integración latinoamericana.

Antes de meterme de lleno en algunas ideas que vinimos a compartir, les cuento brevemente qué venimos haciendo en Marcha. Marcha nace en octubre de 2011 después de un largo recorrido que veníamos haciendo en experiencias anteriores de comunicación popular en Argentina, principalmente en un portal que se llamaba Prensa De Frente. A diferencia quizás de muchos medios alternativos o populares que surgían en esa época en Argentina, en los primeros años del siglo, donde un grupo de militantes conformaba el medio y luego iba al encuentro de los movimientos sociales, Prensa De Frente surge desde el seno mismo de las organizaciones, en particular del Frente Popular Darío Santillán. Y unos años después, Marcha surge también como propuesta del Frente junto a otras organizaciones.

Como gran parte de los medios populares o alternativos del continente, buscamos prefigurar una comunicación transformadora. Buscamos visibilizar las voces y las realidades que no tienen cabida en los grandes medios, reflejar los procesos sociales que se dan por abajo, las luchas, los conflictos, pero también intentamos abordar la agenda que marcan los medios masivos. Tener como norte la “agenda popular” pero también buscar entrarle -con una mirada distinta, claro- a la agenda de los grandes medios.

Funcionamos con un colectivo editorial, sin jerarquías, y nos organizamos con dos responsables por sección. Trabajamos las secciones de nacionales, internacionales, cultura, géneros, deportes, fotografía y opinión gráfica. Un último aspecto que quisiera destacar de Marcha es la búsqueda de una cobertura con una mirada integral de género. Además de darle más relevancia y colocarla como una sección en sí misma, y de tratar de aplicar un lenguaje inclusivo, intentamos que toda la producción esté atravesada por un enfoque diverso e igualitario.



Un proceso inédito de integración regional en América Latina y el Caribe

Pasando ya en concreto a la consigna del debate, "La realidad de la comunicación popular y su vinculación con los procesos de cambio en América Latina”, la idea de esta intervención será plantear algunos dilemas, algunas preocupaciones que entendemos como prioritarias para encarar un debate sincero.

En la última década, América Latina y el Caribe ha venido avanzando en un inédito proceso de integración regional con la irrupción de gobiernos populares como en Venezuela y Bolivia, y otros tantos de corte progresista. Se ha logrado debilitar la hegemonía de Estados Unidos en lo que se denominaba su “patio trasero” y se empezó a escuchar seguido hablar de soberanía. Desde el entierro al ALCA en 2005 pasando por la conformación de organismos como el ALBA, la Unasur, la Celac, el Sucre, Petrocaribe, el Banco del Sur que está naciendo. Una etapa en la que también se han venido dando importantes pasos de coordinación entre los movimientos populares, en donde se destaca la Articulación de los Movimientos Sociales del Alba a la que venimos apostando con fuerza.

Sin embargo, este proceso de avance en la integración latinoamericana pareciera reflejarse poco en el plano de la comunicación. Al tiempo que los medios masivos fueron tomando un rol cada vez más protagónico en la disputa de sentidos, mientras más importante se tornó la “batalla de ideas” de la que hablaba Fidel, más consolidaron su poder las grandes trasnacionales de la información. Si bien es cierto que siguieron surgiendo una gran diversidad de medios populares, creo que tenemos que partir de la autocrítica de que no hemos dado grandes saltos cualitativos en el plano de la comunicación como sí se dieron en otros planos.

Vamos a entonces a plantear tres dilemas que nos presenta el panorama mediático actual en América Latina y el Caribe:

Dilema 1: la hegemonía en el circuito de la información

Este primer dilema que planteamos tiene que ver con un problema estructural que aparece a la hora de informarnos de lo que pasa a nivel internacional a través de los medios masivos. En nuestros países venimos de una fuerte tradición de influencia europea y estadounidense en la información. En general, cuando abrimos la sección de internacionales de los periódicos masivos vamos a encontrar mucha información sobre Estados Unidos y Europa y muy poca sobre América Latina y el Caribe. Bueno, el Caribe –con la excepción del sistemático ataque a Cuba- prácticamente sólo aparece en los suplementos de turismo o cuando se produce algún huracán.

Pero el problema más grave es que la mayor parte de la información que nos dan, incluso sobre Latinoamérica, es producida por agencias estadounidenses y europeas. EFE de España, AFP de Francia, AP de Estados Unidos, Ansa de Italia, Reuters del Reino Unido. O sea, hasta en periódicos supuestamente progresistas, como por ejemplo en Argentina Página/12, nos enteramos de lo que pasa en Paraguay, Guatemala o Haití por lo que dicen que pasa en esos países las agencias de EEUU y Europa.

Por ejemplo, veamos estos diarios latinoamericanos y las fuentes que toman para informar sobre noticias en la región:

Correo del Orinoco, Venezuela:

http://www.correodelorinoco.gob.ve/politica/presidenta-kirchner-llego-a-roma-para-encuentro-papa/

La Tercera, Chile

http://www.latercera.com/noticia/mundo/2014/03/678-568182-9-el-presidente-raul-castro-destituye-al-ministro-cubano-de-cultura.shtml

Folha de Sao Paulo, Brasil

http://www1.folha.uol.com.br/mercado/2014/09/1517859-greve-de-alfandegarios-paralisa-exportacao-de-graos-da-argentina.shtml

Los tiempos, Bolivia

http://www.lostiempos.com/diario/actualidad/internacional/20140918/chile-3-sospechosos-detenidos-por-ataques-con-explosivos-en_274266_602789.html

El Espectador, Colombia

http://www.elespectador.com/noticias/elmundo/evo-morales-asegura-estar-preocupado-no-ver-un-sucesor-articulo-517679

El Tiempo, Colombia

http://www.eltiempo.com/politica/gobierno/reunion-de-cancilleres-de-colombia-y-venezuela/14550761

Hace algunas décadas esto era más comprensible porque la información que llegaba a las redacciones era exclusivamente de las agencias y no había la posibilidad de revisar los medios latinoamericanos. Pero esa excusa hoy ya no vale.

Entonces, al margen de la constante y conocida manipulación y tergiversación con la que suelen operar los medios comerciales, el primer dilema que planteamos tiene que ver con que buena parte del flujo informativo en la región está filtrado por las agencias de noticias de las grandes potencias norteamericanas y europeas. Para intentar revertir este monopolio informativo es fundamental partir de la base de la necesidad de “mirarnos con nuestros propios ojos”.



Dilema 2: la mucha articulación de los grandes medios (y su rol como actores políticos) y la poca articulación entre los medios populares


Decíamos que los medios en general vienen jugando un rol cada vez más protagónico en los procesos políticos. Incluso en muchos países las grandes corporaciones mediáticas se convirtieron en la principal herramienta de los sectores conservadores ante el descrédito de los partidos políticos tradicionales. También vemos que estos monstruos de la información han venido avanzando bastante en sus niveles de articulación.

Les voy a dar un ejemplo que pasó en estos últimos meses, que en casi todos lados pasó desapercibido pero que debería al menos significarnos un llamado de atención.

Como saben, desde el de 12 de febrero y por un par de meses se dio una nueva arremetida desestabilizadora contra la revolución bolivariana, con las llamadas “guarimbas” fomentadas por la ultraderecha venezolana y financiadas desde Estados Unidos. En ese escenario, obviamente los medios de derecha del continente se alinearon, como siempre hacen, con los sectores golpistas. Hasta ahí nada nuevo.

Pero esta vez fueron más allá. Por esos días, las tres principales asociaciones de diarios del continente lanzaron la campaña “Todos somos Venezuela, sin libertad de prensa no hay democracia”. La iniciativa contemplaba que cada periódico publicaba todos los días, con esa consiga arriba del título, una página con información elaborada por medios opositores venezolanos.

Esta operación mediática surgió de vuestra querida oligarquía colombiana. Fue idea de Gerardo Araújo, que es el gerente general del diario El Universal de Cartagena, y participaron: el Grupo Diarios de América (GDA), que está compuesto por 11 medios del continente, el grupo Periódicos Asociados Latinoamericanos (PAL), que nuclea a 18 grupos editoriales de 11 países y la Asociación de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios), que agrupa a 53 periódicos colombianos.

De esta iniciativa claramente injerencista participaron unos 80 medios de la región, entre ellos grandes periódicos como O Globo de Brasil, El Tiempo y El Espectador de Colombia, La Prensa de Nicaragua, La Nación de Argentina, El Heraldo de Honduras y La Prensa de Panamá.

Lo inédito de esta movida fue su sinceramiento público. En una entrevista con la revista colombiana Semana, se le preguntó a Nora Sanín, directora de Andiarios y punta de lanza de la campaña, si no temía que se los acusara de injerencia y de hacer política en nombre del periodismo. Su respuesta eludió cualquier eufemismo. Dijo esta señora: “En un sentido amplio de la palabra, nosotros estamos haciendo política. Y está bien que la hagamos, pues nuestra causa es defender un derecho universal: la libertad de expresión”. Por esos días, Andiarios, además, envió una donación de 52 toneladas de papel para las empresas mediáticas opositoras de Venezuela.

Este es un ejemplo más, pero quizá el más claro, de que la derecha mediática del continente está cada vez más articulada, que obviamente está haciendo política, que trabajan todos los días para frenar los procesos de cambios en la región y demonizar a los movimientos populares. Pero que, además, ya no tienen ningún problema en admitirlo.

Para quienes hacemos comunicación popular este es otro punto a tomar nota. Y sobre todo para preguntarnos, por ejemplo en este caso: ¿qué respuesta conjunta dimos los medios populares ante el intento golpista en Venezuela? Y también: ¿qué campaña o iniciativa conjunta impulsamos los medios populares de América Latina frente al reciente genocidio en la Franja de Gaza?

Dilema 3: los medios populares en su laberinto: ¿condenados a la marginalidad?

Es cierto que en las últimas décadas se han multiplicado los medios populares, alternativos y comunitarios en Nuestra América. Que hoy contamos con miles de experiencias que hacen un aporte fundamental para los avances de los procesos sociales y las luchas populares. Pero también es una realidad que nuestros medios tienen un alcance muy limitado. Aun con el mayor potencial de difusión que implican las redes sociales, tenemos escaso impacto en el conjunto de nuestras sociedades, no logramos interpelar a grandes sectores de nuestro pueblo. No logramos hablarles a los “no convencidos”. Y estamos de alguna manera atrapados en la marginalidad.

Es verdad que las limitaciones económicas son determinantes. Tampoco vamos a ser ingenuos y creer que podemos competir con empresas que manejan millones. En nuestro caso, Marcha se mantiene gracias al trabajo voluntario y militante de quienes formamos parte del colectivo editorial y de los colaboradores.

Pero sí creemos que no debemos conformarnos con lo que somos, que tenemos que aspirar a trascender esa marginalidad y poder interpelar a sectores más amplios. Que tenemos que pensar todo el  tiempo estrategias para trascender el “circuito militante” y llegar a personas que hoy por hoy no están vinculadas a las luchas sociales.

Una tarea fundamental para los medios populares de América Latina es avanzar en pasos de unidad entre nosotros. Si bien una mayor articulación no nos va a solucionar todos nuestros problemas, nuestras debilidades, nuestras limitaciones, sí nos va a dar más fuerza para dar los pasos que esta etapa demanda.

Es cierto que no estamos en cero. Hay muchas compañeras y compañeros que vienen haciendo un esfuerzo enorme para entrelazarnos. Hay redes continentales, hay espacios de articulación que están caminando. Aquí tenemos a una compañera del Centro Martin Luther King de Cuba, que son quizás unos de los que más vienen trabajando, desde hace muchos años, para fortalecer la integración en la comunicación popular de Nuestra América.

Pero aún nos falta mucho por hacer. El principal desafío en esta etapa pasa por poner las energías y dedicar esfuerzos en cómo dejamos de ser experiencias aisladas y empezamos a pensarnos y actuar colectivamente. 

Este foro es para nosotros una bocanada de aire fresco y, otra vez, felicitamos a las y los compas de Colombia Informa por la iniciativa. Por aportar un granito de arena para que sigamos construyendo juntos el sueño del socialismo nuestoamericano. Para que golpeemos con un solo puño. Para que hagamos carne ese concepto tan sencillo, tan mencionado y tan difícil de practicarlo. En palabras del comandante Chávez, el desafío, más que nunca, es “unidad, unidad y más unidad”.

http://colombiainforma.info


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