Boko Haram: el brazo armado del Occidente para desestabilizar Nigeria y expulsar a China del Golfo de Guinea


Mariategui
13/11/14

Resumen Latinoamericano/Carlos Bake y Olivier A. Ndenkop/ Investig’Action. - Los amigos de Nigeria no son los que, a través de unos medios de comunicación sobreestimados, proponen su “ayuda” para luchar contra la secta islamista. Más bien se trata de abrazar el enemigo para mejor asfixiarlo. Primer país productor de petróleo en África y sexto mundial con una producción de 2.5 millones de barriles por día, Nigeria cometió el «crímen » de ceder algunos pozos de petróleo a China. Una competencia juzgada insoportable para los Estados Unidos, Francia e Inglaterra, que bombean el petróleo nigeriano sin preocupaciones desde hace 50 años. Por su parte, las petromonarquías árabes están trastornadas ante una Nigeria demasiado potente, que puede dejar de someterse al dictado de Arabia Saudí y Qatar en el mercado de petróleo y gas. A la imagen de Irán (segundo productor de petróleo y gas) y Venezuela (quinto), que son soberanos en la explotación de su petróleo.

Boko Haram es el caballo de Troya que utilizan las potencias imperialistas para oponerse a China y arruinar la primera potencia económica africana que es Nigeria, y dividirla en dos como hicieron en Sudán.

Unas preguntas para romper el tabú 

Primera potencia económica africana desde el primer trimestre 2014, primer país productor de petróleo en África, Nigeria, que por otro lado mantiene su cómodo rango de primera potencia demográfica del continente (180 millones de habitantes), llama cada vez más la atención de los medios de comunicación. Particularmente, en las cadenas de televisión o en las columnas de periódicos, donde a esa triple potencia que es Nigeria, de ahora en adelante se la  reduce a un nombre que ha pasado a ser su sinónimo: Boko Haram.

Presentado por los «grandes» medios de comunicación «presstituidos» (juego de palabras en inglés, NdT) como un grupo de «locos de Dios», Boko Haram no tendría otros objetivos que el de crear un Califato en una parte de Nigeria, a falta de someter el país entero a la ley islámica, la Sharia. Ninguna relación con las potencias imperialo-capitalistas implicadas en una lucha a muerte para conservar la hegemonía mundial frente a China. Merced a la gran comunicación hecha entorno al «rapto» el 14 de abril de 2014 de más de 200 chicas (esta cifra varía según las fuentes) en una localidad de Chibok, la secta islamista ha adquirido una fama planetaria. Sus acciones son difundidas con el mismo énfasis con el que se censuran las de las autoridades nigerianas. ¡Como para demostrar al mundo, paradójicamente, que el presidente nigeriano Jonathan Goodluck no tendría la menor oportunidad!

¿Sin embargo, es una sorpresa que esos medios de comunicación «olviden» sistemáticamente deciros quién saca provecho en última instancia de los crímenes perpetrados por Boko Haram?  

¿Por qué nuestra gran prensa guarda un silencio cómplice sobre los orígenes del financiamiento y de las armas pesadas que permiten a los adeptos de Boko Haram sembrar la muerte en Nigeria, y pronto en Camerún?  ¿Por qué los medios de comunicación de todo el mundo no difunden ese cable de Wikileaks que citaba nominalmente al embajador de los Estados Unidos en Abuja, Terence P. MacCulley, como el coordinador de acciones de desestabilización de Nigeria? Frente a la redefinición de los equilibrios geoestratégicos impuestos por la penetración de China en África, Boko Haram, al igual que Séléka en la República Centroafricana, ha pasado a ser un arma temible para preservar el control de las multinacionales occidentales sobre las materias primas y acelerar la instalación de Africom, el mando militar estadounidense para África.

¿Quién saca provecho de los crímenes de la secta islamista?

Para invadir Irak y matar a su presidente en nombre del petróleo, los Estados Unidos de George Bush engañaron el planeta entero afirmando que Saddam Hussein, que pasó a ser un enemigo al que abatir, poseía armas de destrucción masiva. Colin Powell fue más lejos en ese discurso, mostrando tubos de ensayo que presentó en mondovisión, como las muestras de esas armas a la disposición de Saddam Hussein. 10 años después, todo el mundo pudo constatar que se trataba de una enorme mentira made in Washington.

En 2011, un video sobre el jefe de guerra congolés Joseph Kony publicado en You Tube fue, según dicen, visto por un varios millones de internautas y ampliamente comentado en los medios de comunicación. Asombrados por los crímenes de Joseph Kony, los internautas del mundo entero creyeron que Kony había desaparecido. En cambio, los Estados Unidos propusieron su ayuda para perseguir oficialmente las tropas del Ejército de Resistencia del Señor, cuyo jefe era Kony el «invisible». Tres años después, el resultado es el siguiente: Joseph Kony todavía está fugado. Pero bajo el pretexto de su persecución, los Estados Unidos han instalado bases militares en la República Democrática del Congo, en Uganda, en República Centroafricana, etc.

Dicho de otra forma, a través de esta campaña, Washington ha instalado sólidamente sus bases militares en esa parte de África especialmente rica en minerales preciosos, muy solicitados por China que los necesita para el funcionamiento de su industrialización.

La entrada de Nigeria en la boca del lobo

Miembro de la organización de los países exportadores de petróleo (Opep) desde 1971, Nigeria bate el récord de golpes militares en África. El país conoció muchos grupos irrendentistas entre los cuales se cuentan el Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni (Mosop) que dirigía el escritor Ken Saro-Wiwa (ahorcado en 1995) y el Movimiento para la Emancipación del Delta de Níger (Mend). El Mosop y el Mend tenían reivindicaciones claramente formuladas: gestión inclusiva de los recursos petrolíferos. Los miembros de las dos organizaciones recurrían a medios legales, bajando a la calle para manifestar su descontento, pero no dudaban en tomar las armas para atacar al poder central o a las compañías petrolíferas, origen de sus desgracias.

Boko Haram: un fantasma polifacético 

Creado en Maiduguri por Mohamed Yusuf en 2002, al día siguiente de los atentados del 11 de septiembre, Boko Haram ha evolucionado al capricho de los acontecimientos políticos nigerianos y de las orientaciones geoestratégicas dibujadas por grandes potencias occidentales.

De 2002 a 2006, la secta se inscribe en la lógica del reclutamiento-adoctrinamiento. No obstante, realiza algunas acciones de violencia, como para mostrar su capacidad de acción y para hacerse conocer. De 2006 a 2009, a medida que el sudista Olusegun Obasanjo se empeñaba en modificar la Constitución (2006) para pretender un tercer mandato como presidente de Nigeria, Boko Haram alcanzó un nivel considerable de violencia.

Los Estados de Bauchi, Wudil, Potiskum, Maiduguri, Borno, Yobe y Kano se han convertido en el teatro de violencias incesantes. Estas violencias causaron muertos tanto en el lado de las fuerzas de seguridad como en el de los ciudadanos y los adeptos de la secta. Por otra parte, su fundador fue ejecutado en julio de 2009. Pero como una hidra mitológica, de cuya cabeza cortada nacen otras 1000, Mohamed Yusuf no murió con Boko Haram.

Boko Haram como un invitado en la lucha del poder entre el Norte y el Sur

Hay un elemento que permite comprender el aspecto endógeno del fenómeno Boko Haram. Entre 2006 y 2007, el presidente nigeriano de aquel entonces Olusegun Obasanjo, hizo uso de todas las estratagemas para apartar el candidato favorito del Norte de las elecciones presidenciales.

Atiku Aboubakar, que sin embargo fue su vicepresidente de 1999 a 2007 fue primero acusado de corrupción, y después excluido del partido en el poder, el Partido Democrático Popular (PDP). Decepcionado, dejó el PDP y se presentó sin éxito a las presidenciales de 2007 en las filas del Partido Popular de Todo Nigeria (ANPP).

Finalmente, fue un enfermo Umaru Yar’Adoua, quien remplazó a Obasanjo. Yar’Adoua era ciertamente del Norte del país, pero no tenía ni el peso político, ni tampoco la adhesión popular de la que gozaba el riquísimo Atiku Aboubakar, que según los partidarios de Obasanjo era un adepto de la política de Washington. Lo seguro es que desde esta desavenencia, una más (quizás la gota que colmó el vaso) entre el Norte y el Sur del país, Boko Haram se hizo más violento que nunca, atacando escuelas, iglesias cristianas y otros lugares públicos. Con ese nuevo despliegue, se constata que la secta, transformada en el caballo de Troya de la élite del Norte de Nigeria, dispone de ahora en adelante de armamento pesado. Sus tropas hoy en día, estimadas a 30.000 hombres, están más disciplinadas y parecen mejor formadas. En resumen, ¡se han vuelto más «profesionales»! Esto nos hace pensar inmediatamente en el Ejército Islámico (Daesh, en árabe) en Irak, es decir un arma de chantaje manipulada por intereses ocultos.

Finalmente, el 5 de mayo de 2010, después de la muerte del presidente nordista Yar’Adoua, que no terminó su mandato, el poder volvió al Sur con la elección de Jonathan Goodluck, oriundo de la región petrolífera del Delta del Níger. Los musulmanes del Norte se sintieron una vez más timados. Estimaron que la banda de Jonathan Goodluck y Obasanjo violó el acuerdo tácito que estipula que no sólo sean el Norte y el Sur los que dirijan el país alternativamente, sino también que cada parte elija su candidato para ser presidente.

Una disposición que el partido en el poder vulneró mucho más antes, en 2007 tanto como en 2011. De lo que puede deducirse el por qué de al acercarse las elecciones del 2015, Boko Haram multiplique los actos de terror que en el plano interno, intentan fragilizar al presidente sudista Jonathan Goodluck.

Para llevar a cabo este proyecto, los grandes medios de comunicación tienen un papel determinante. Se dedican a una comunicación selectiva que consiste en comunicar sobre las acciones de Boko Haram y a pasar por alto las acciones de las fuerzas de seguridad de Nigeria que sin embargo demostraron su potencia varias veces. En 2009 por ejemplo, el ejército nacional infligió una paliza considerable a los miembros de la secta, matando a su fundador Mohamed Yusuf y un millar de sus combatientes. En una carta del 9 de agosto de 2009, Sanni Umaru, que se presentó el sucesor de Mohamed Yusuf, reconoció la pérdida de más de 1000 hombres por parte de Boko Haram. A pesar de que el gobierno federal esté por supuesto corrompido,  no es (por ahora) el elefante muerto que se nos pinta en el televisor.

Nigeria hace frente a una guerra de cuarta generación, y en ésta, la guerra de la información es un pilar central. Los mentiras mediaticas de los periódicos y televisiones «presstituidas » se convierten en obuses de mortero que son disparados de la noche a la mañana. ¡Nuestro televisor es como un soldado de infantería del enemigo instalado en nuestro propio salón, disparando todo el día en dirección de nuestro cerebro!

Con la financiación de la élite del Norte, así que la de los actores exteriores, la secta islamista se ha sobreequipado y en adelante dispone de armamento pesado y carros de combate. Además de las ayudas financieras y logísticas, esos islamistas terroristas gozan de importantes complicidades en la administración y en las fuerzas de seguridad; complicidades sin las cuales no hubiera sido posible raptar más de 200 chicas en una escuela y desaparecer sin que las dichas fuerzas les atrapasen. Entre los financieros de Boko Haram, Qatar y Arabia Saudí encabezan el pelotón; evidentemente por cuenta del Imperio, pero con la ventaja de desestabilizar un actor mayor y su futuro rival en el mercado del petróleo y del gas. En 2050, sólo Nigeria tendrá alrededor de 400 millones de habitantes, es decir la tercera potencia demográfica del mundo. Eso no conviene a los negocios de mucha gente.

La dimensión occidental-imperialista: fragilizar Nigeria y apartar China

Las potencias están celosas de su posición y de los privilegios que gozan ocupando ese sitio. Se empeñan en frenar toda competencia por pequeña que sea. Por su condición de triple potencia (demográfica, económica y petrolífera) africana, sin quererlo Nigeria se ha hecho enemigos fuera del continente africano. Como si no bastara, el expresidente Olusegun Obasanjo cometió el «crimen » de romper el monopolio de las empresas occidentales en la explotación de vastos yacimientos de petróleo de Nigeria, abriendo los pozos a los chinos.

Efectivamente, durante más de un medio siglo, las compañías petrolíferas francesas, inglesas y estadounidenses reinaron como dueños imperturbables en la producción petrolífera en Nigeria. Y entonces, ¡acontecimiento inesperado! En abril de 2006, el presidente Obasanjo, que no recibió el apoyo de los occidentales en la tentativa de modificar la constitución para mantenerse en el poder, se enfadó y se volvió hacia China. 

Para gran perjuicio de Shell, Texaco, Chevron…, las autoridades nigerianas anunciaron con gran pompa haber firmado un contrato de explotación con la compañía petrolífera China National Offshore Oil Corporation (CNOOC), por más de 2 mil millones de dólares, con una previsión de producción de 225 000 barriles por día. En el mismo sentido, el presidente Obasanjo negoció con el gobierno chino un préstamo de mil millones de dólares, para financiar la rehabilitación de las vías férreas de Nigeria y comprar el material móvil. En cuanto a China, se dio dos años para producir su primer barril de petróleo en el país de Ken Sarowiwa y de Wole Soyinka.

Este acercamiento entre Abuja y Pekín da insomnios en las capitales occidentales. Perder el control de Nigeria, que produce 2.5 millones de barriles al día, es un golpe duro para París, Londres y Washington. Tanto más cuanto que Nigeria y su vecino Camerún constituyen una especie de glaciar estratégico imprescindible para el control del Golfo de Guinea.

Por su parte, Arabia Saudí y Qatar se inquietan de ver el primer productor africano de petróleo liberarse de su tutela. Irán, segundo productor de oro negro en el mundo, se burla de las directivas de Arabia Saudí y Qatar. Venezuela, quinto productor mundial de petróleo se liberó de las directivas de las monarquías árabes y del imperialismo occidental desde hace más de un decenio. Gestiona su petróleo con la más completa soberanía. Ahora bien, Ad vitam aeternam, esas petromonarquías pretenden ser el centro de regulación del mercado de petróleo  mundial. Es el único lote de consolación que les deja el imperialismo occidental.
Frente a las veleidades soberanistas de Nigeria, las reacciones no tardaron en llegar. 

En el país del Tío Sam, ya se sabe, ¡la mejor defensa es el ataque! La administración estadounidense lanzó precipitadamente su Mando militar para África en 2008, año en que la China National Offshore Oil Corporation  (CNOOC) arrancaba sus actividades petrolíferas en el primer país productor de petróleo en África. En la diligencia, los Estados Unidos no esperaron obtener un permiso de sede para lanzar Africom. Hacía falta hacer algo. De la misma manera no hacía falta esperar a que un país africano aceptara albergar Africom antes de lanzarlo. Seis años después de su nacimiento, ese Mando militar estadounidense para 
África aún tiene su base en…Stuttgart en Alemania.

Algunos pueden ver en ello una mera coincidencia. Pero eso no quita nada al hecho   de que el Mando militar estadounidense para África no tiene como meta luchar contra el terrorismo como se dice en los discursos oficiales. Africom es la rama militar de la diplomacia estadounidense, atareada en frenar la emergencia de una potencia endógena y sobre todo en apartar China de África. Para evitar que el Imperio Medio, actual segunda potencia económica del mundo, alcance su lugar de primera potencia económica mundial, los Estados Unidos, incapaces de cerrar las fábricas chinas, impiden que éstas puedan acceder a las materias primas que les son indispensables.

La CIA : manos a la obra 

Apoyándose en los cables de Wikileaks, la organización Greenwhite Coalition afirma que durante muchos años, los Estados Unidos desplegaron enormes recursos para arruinar el gigante de África. Buscando en su memoria, el país de Georges Bush constató que las tropas de Ecomog (Economic Community of West African States Monitoring Group), la fuerza militar de la CDEAO (Comunidad de Desarrollo de los Estados de África del Oeste), mayoritariamente constituida de militares nigerianos, había jugado un papel importante  (como institución de alto al fuego) en las guerras civiles en Liberia y en Sierra Leona durante los últimos años.

Temiendo el uso de Ecomag por Nigeria para desbancar la influencia de las grandes potencias en la subregión, el presidente Georges Bush fundó ACRI (África Crisis Response Initiative) en 2004. Con la ayuda de la CIA, ACRI reclutó a jóvenes islamistas a los que formó en la colecta de informaciones, en el manejo de armas, en las técnicas de supervivencia. Hoy en día esos jóvenes están a la disposición de la secta Boko Haram, ¡que se sirve de ellos para sembrar la muerte!

Greenwhite constata también que la CIA instaló campos de adoctrinamiento y de formación a lo largo de las fronteras porosas de Nigeria, de Camerún, Chad, y Níger.  Además, otro cable diplomático estadounidense revela que para llevar al cabo la desestabilización de Nigeria, la embajada estadounidense en Nigeria ha pasado a ser un verdadero laboratorio. Para  llevar a cabo eficazmente el siniestro proyecto, Washington no encontró a nadie mejor que Terence P. MacCulley para ocupar el puesto de embajador en ese país. Terence P. MacCulley no es un diplomático como los demás.  No sólo es el coordinador de la política extranjera de Áfricom, sino también es uno de los arquitectos de Africa Crisis Response Initiative. Su experiencia ha sido puesta al servicio del proyecto de debilitamiento del poder federal, con el objetivo de justificar la intervención de los países de OTAN.

Es conocido de todos que los ataques de la secta islamista se están produciendo ¡con una precisión digna de un ejército profesional bien entrenado! Dispone de un número de soldados que ni siquiera los rescates obtenidos a cambio de rehenes pueden pagar. Puesto que, para reclutar, nutrir, equipar y curar a millares de combatientes, como es el caso de Boko haram, se necesita financiaciones importantes y regulares. Sin embargo, el business de los rehenes no satisface estas exigencias.

Michelle Obama y el marketing de aviones teledirigidos estadounidenses en Nigeria
Para comprender mejor la implicación de los Estados Unidos en el proceso de desestabilización de Nigeria, es menester echar un vistazo a los últimos eventos que se refieren a este país. El más reciente es incontestablemente la campaña “Bring Back Our Girls” iniciada personalmente por la primera dama de los Estados Unidos. Mientras que  durante los seis primeros años de presidencia de su marido,  Michelle Obama apareció como una persona reservada, en ese momento se transformó en la mascota del complejo militaro-industrial estadounidense. Al iniciar la campaña bringbackourgirls en facebook, llamó legítimamente la atención del mundo sobre el destino de las doscientas chicas raptadas por la secta islamista.

Pero lo que no se dice, es que Michelle Obama acaba así de encontrar un nuevo cielo para los drones (aviones teledirigidos estadounidenses), y un nuevo terreno de operaciones para los Marines y demás fuerzas especiales estadounidenses. En nombre de la búsqueda de las doscientas chicas, el presidente estadounidense decidió enviar 70 militares a Chad. De este modo, Obama ha aprovechado la ocasión para reforzar el número de los soldados estadounidenses en Nigeria. Hasta mayo de 2014, 50 soldados estadounidenses fueron destinados regularmente a la embajada de Estados Unidos en Nigeria. Desde ahí, 20 Marines ya se dedicaban a formar a los militares locales. La campaña iniciada por Michelle Obama ha permitido aumentar ese número.

Acuérdense de la campaña iniciada para -según se nos dijo- atrapar a Joseph Kony. Permitió a los Estados Unidos ocupar el Congo, Uganda, la República Centroafricana…La operación Bring Back Our Girls permite facilitar la ocupación de África del Oeste y establecer el eje Mogadiscio-Ouagadougou, con 12 países bajo las botas de Washington. Hasta el día de hoy, 29 países africanos han concedido el derecho de utilizar sus aeropuertos a los Estados Unidos. No olvidéis nunca que las fuerzas especiales siempre son precedidas de espías que colectan informaciones útiles, no sólo para los militares, sino también para el espionaje económico e industrial al servicio del Imperio. Ya se ve quien saca provecho de los crímenes de Boko haram en última instancia.  ¡La guerra es la organización!

Boko Haram: un póker mentiroso muy rentable

Boko Haram significa en francés: «Escuela prohibida». Boko remite a “libro”, book en inglés y en cuanto a Haram significa “prohibida”. Su contrario es Halal. Pero muchos «especialistas» y «expertos» de Boko Haram prefieren la traducción siguiente: «la escuela occidental es un pecado».

Sin embargo, es sorprendente constatar que Boko Haram no ataca a los intereses occidentes, que, según la definición de los «expertos», serían sus enemigos objetivos. En Nigeria, las grandes marcas occidentales saltan a la vista, especialmente las compañías de explotación del petróleo, que constituye la principal fuente de divisas del país.

En vez de atacar a esas compañías para materializar ese carácter Haram de Occidente, la secta prefiere atacar a los ciudadanos nigerianos a quienes atribuye el crimen irreparable de ser cristianos o estudiar en una escuela laica. ¿No fue Abubakar Shekau quien reivindicó el rapto de las doscientas chicas en un video? No hay la menor coherencia. Boko Haram no es lo que su nombre significa. Dicho de otra forma, Boko Haram no es lo que se os dice de él.

Contrariamente a Boko Haram, el Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni y el Movimiento para la Emancipación del Delta de Níger, se oponían abiertamente a los intereses de Occidente. Los dos movimientos atacaban directamente a las multinacionales petrolíferas y a sus relevos en Nigeria. En 1992, tres años antes de su ahorcamiento en Port Harcourt el 10 de noviembre de 1995 por el régimen de Sanni Abacha, el escritor Saro-Wira (asesinado con 8 de sus compañeros de lucha del Mosop), acusaba claramente las compañías petrolíferas diciendo: «La explotación petrolífera ha transformado el pais Ogoni en un inmenso terreno donde nada crece. 

Las tierras, los ríos y los arroyos están contaminados; la atmosfera está envenenada, contaminada por vapores de hidrocarburos, de metano, de óxido de carbono y de hollín arrojado por la combustión que, desde hace treinta años, produce la quema de gases durante las 24 horas del dia en zonas habitadas. El territorio Ogoni ha sido devastado por lluvias ácidas y los derrames o surgimientos de hidrocarburos. La red de de oleoductos de fuerte presión, instalada en todas partes en las tierras cultivadas y en los pueblos Ogoni, constituye una peligrosa amenaza para los habitantes». La petrolera Shell, perseguida por los familiares de las víctimas por haber sido cómplice en el asesinato de Saro-Wiwa y sus amigos, aceptó pagar una indemnización de 15,5 millones de dólares en junio de 2009.

El rescate de la mala gestión  

Si Boko Haram recluta con tanta facilidad en Nigeria, también es porque los que sucedieron a la presidencia de este país se han lucido mediante una redistribución injusta de los beneficios del petróleo. Buena muestra de ello es que la diferencia entre la tasa de escolaridad entre el Norte y el Sur del país es abismal. Lo mismo sucede en el ámbito sanitario. De 100 000 mujeres embarazadas en Nigeria, 1800 mueren en el Norte, contra 80 en el Sur. Frente a esta miseria aceptada por los hombres políticos, generalmente enredados en asuntos de corrupción y malversación de los fundos públicos, la población de las zonas abandonadas pasa a ser fácilmente manipulable.

Para atraer a un máximo de adeptos, a quienes finalmente supo convertir al Yihad, en sus prédicas Mohamed Yusuf, el fundador de Boko haram, siempre insistía acerca de esas desigualdades. Acusaba al poder central como el responsable del paro de los jóvenes. Numerosos eran esos jóvenes quienes, después de haber cumplido su formación universitaria, esperaban el primer empleo. Usando todos los subterfugios para apartar al nordista Atiku Abubakar y posicionar al enfermo Omaru Yar’Adoua, Olusegun Obasanjo reforzó la división social entre Norte y Sur, mientras que Boko haram prospera rápidamente en el Norte al contar con el apoyo de la élite nordista. Los nordistas están dispuestos a todo para que un sudista no gane las elecciones presidenciales de 2015.

Los resultados de esas consultas probablemente determinarán el curso de la historia de Nigeria. Si un sudista gana las elecciones, es verosimil que los actos terroristas sigan multiplicándose. Por cierto, que un informe circunstancial del National Intelligence Council de los Estados Unidos, habla de una probable división de Nigeria en dos partes en 2015. Sin embargo, si un nordista gana, las cosas serán diferentes. Los musulmanes verían la llegada de uno de los suyos a la presidencia del país, como si se tratase de la corrección de una injusticia. 

Como un instrumento al servicio de la élite del Norte, Boko haram habrá así llevado a cabo una de sus misiones históricas. Dado que también -y ante todo-, está al servicio de las potencias extranjeras, Boko haram podrá entonces trasladarse a otro país, exactamente como lo hicieron los yihadistas takfiries cuando abandonaron la Libia conquistada, para ir a la Siria de Bachar Al-Assad. En resumen, sus combatientes podrán ser enviados a un nuevo frente para una misión similar: oponerse a China y obtener contratos leoninos para las multinacionales occidentales.

Después de Nigeria, ¿Camerún?

Camerún es el blanco ideal de las potencias imperialistas occidentales. ¿Por qué el Camerún de Paul Biya? Como el presidente centroafricano François Bozize, derrocado por una coalición rebelde en marzo de 2013, Paul Biya tiene la mala suerte de haber decidido diversificar los socios económicos de Camerún. Así, ese país considerado desde hace cerca de un siglo como un bastión inexpugnable de Francia, ha abierto ampliamente sus puertas a China. En 10 años, ésta última ha suplantado Francia en la economía camerunesa. Ganando progresivamente todos los grandes proyectos: construcción de los embalses de Mekin y M’mvelle, construcción de la autovía Duala-Yaundé, construcción del complejo industrialo- portuario de Kribi, etc.

Camerún también es considerado como el cerrojo del Golfo de Guinea así como el gatillo de toda África. También se le llama «África en miniatura». Desestabilizar ese país es la garantía de haber prendido el fuego a todo el Golfo de Guinea. Ya hace más de dos años que las incursiones de la secta islamista destruyeron casi todas las transacciones comerciales del ganado en el Norte de Camerún, mientras que la miseria social es precisamente la razón de esencial por la cual estos yihadistas reclutan con tanta facilidad. La estrategia del caos está pues en marcha.  Hasta ahora,  los únicos rehenes occidentales atribuidos o reivindicados por la secta nigeriana fueron raptados en…Camerún.

El 19 de febrero de 2013, una familia francesa constituida por Tanguy Moulin-Fournier y su esposa, sus cuatro hijos, y Cyril, el hermano de Tanguy, fueron raptados en el extremo-Norte del Camerún. De visita a Grecia, François Hollande declaró enseguida que el grupo que tenía entre sus manos a la familia francesa era Boko Haram. Boko Haram aún no habia hecho ninguna reivindicacion de aquel secuestro. Hizo falta esperar al día 21 del mismo mes, para que Aboubakar Shekau, el jefe de la secta del momento, hiciese la reivindicacion.  En noviembre del mismo año 2013, otro francés de 42 años, Georges Vandenbeusch fue raptado otra vez en la localidad de Nguetchewé, en el Norte del Camerun. El Consejo episcopal de Camerún no hizo ningún comunicado haciendo público aquel secuestro. De la misma manera, el consejo se quedó mudo después de la liberación de Vandenbeush, el día 31 de diciembre.

¡Qué poco habitual! Cuando un cura católico está en dificultad, el Consejo episcopal toma una posición oficial, condenando el acto. Lo que nunca fue el caso para Georges Vandenbeusch , quien sin embargo era presentado como cura católico. A continuación, el 5 de abril de 2014, los curas italianos Giampaolo Marta y Gianantonio Allegri, así como una sor canadiense, fueron secuestrados en Tcheré, una localidad a más o menos 20 kilómetros de Marua, capital de la región del Extremo-Norte del Camerún. El secuestro fue atribuido a la secta islamista ¡Uno pensaría que Boko Haram sólo ve a los occidentales en Camerún!

De hecho, a través de esos secuestros, la secta islamosta y sus financiadores imperialistas quieren mostrar a la opinión internacional que el régimen de Yaundé es incapaz de asegurar la protección de sus ciudadanos y de los extranjeros, y preparan de ese modo las mentalidades para a una futura ocupación militar del pais, como ha sucedido en la República Centroafricana.

Un nuevo mapa de Africa se está dibujando. Las fronteras heredadas de la colonización ya no satisfacen a los intereses de quienes las trazaron en aquella época. Algunas informaciones serias predicen la constitución de un nuevo estado reagrupando el Norte de Nigeria, de Camerún, de la República Centroafricana y el Sur de Chad, y que será un emirato islámico como el que se está preparando en Irak.

Finalmente, la guerra contra Muammar Gadafi en Libia no tiene nada distinto de la que hundió Mali en el caos. La diferencia entre el derrocamiento de Laurent Gbagbo, en Costa de Marfil, y el de François Bozize en la República Centroafricana es la identidad de los presidentes derrocados. En Nigeria, las acciones de Boko Haram satisfacen los mismos interesen que las de Seleka. En estos tiempos de quiebra económica en Occidente, los países de la OTAN, dirigidos por la nueva pareja antropófaga, Estados Unidos-Francia, quieren refrenar la penetración china y recuperar los enormes recursos naturales disponibles en esta parte del mundo.

También se trata de desestructurar el continente africano, que sin duda será la primera potencia demográfica mundial en 2050 con una población de dos mil millones de habitantes. En esta tercera guerra mundial que es la lucha por la hegemonía planetaria, cualquier Estados soberano constituye un peligro para Occidente; en este sentido, cualquier estado lo suficientemente grande debe ser fragmentado en entidades fácilmente manipulables como en Sudán, y como está previsto para Irak.

Es probable que la guerra sea larga y amplia. Como también lo es una campaña de ocultación de las verdaderas causas. Y la gran fuerza del imperialismo reside en el hecho de que es experto en el juego de achacar las responsabilidades a los demás; lo que no favorece la comprensión de las causas profundas y de los objetivos finales de los conflictos contemporáneos. A este nivel de la cuestión, a los africanos sólo les quedan dos elecciones que hacer:

O bien luchar por su liberación completa y definitiva, y trabajar para ser la primera potencia emergente del siglo XXI,

O bien aceptar una nueva colonización, ¡que esta vez puede que dure 1000 años!

Traducido del francés al español por  Guechoua Lionel para Investig’Action


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