Perú. La clase media y la máscara de agrupaciones estadísticas



Jan Lust
Mariategui
07/05/15 

En la última década, la evolución económica del Perú no sólo ha provocado discusiones sobre la sostenibilidad del modelo de desarrollo basado en la extracción de los recursos minerales del país, sino también ha generado debates sobre la clase media. Se considera que el crecimiento económico de la década pasada se ha traducido en el crecimiento y fortalecimiento de la clase media peruana.

Los debates actuales sobre la clase media no son discusiones sobre el concepto de la clase media, sino, más bien, en dónde poner los límites de clase con el fin de determinar su tamaño. Estas discusiones no nos ayudan a entender cómo la estructura social peruana ha cambiado como resultado de las fuerzas de desarrollo capitalista desatadas durante la última década. Es más bien un factor en la lucha de clases ideológica entre las fuerzas de la resistencia al modelo de desarrollo actual y las clases en el poder.

Determinar la estructura social de la sociedad en base a la relación del individuo con el ingreso podría ser útil para describir las diferencias en las condiciones sociales de los diferentes estratos de la población, y tal vez con el fin de construir políticas para aliviar los problemas sociales como la pobreza, sin embargo, no nos permiten llegar a la raíz estructural de estos problemas. Una definición de la clase media en base a las categorías de ingresos hace que sea posible sostener que el Perú se ha transformado, en parte, en una sociedad de clase media. 

Además, mediante la definición de la clase media sobre la base de las categorías de ingresos, los hacían posible “eliminar” la clase capitalista, la clase obrera y el campesinado y sustituirlas por las categorías de la clase baja (pobres), la clase vulnerable (no pobres y no de la clase media), la clase media y la clase alta. Como consecuencia de ello, no hay más conflictos sobre la posesión de los medios de producción y la explotación se ha convertido en un concepto anticuado.

Una definición de la clase media en base de los ingresos tiene la desventaja de que los límites de clase sucumben a la arbitrariedad como no existen criterios objetivos y generalmente aceptados para determinar dónde poner los límites de clase. Los diferentes puntos de vista que existen actualmente sobre el tema de la clase media son precisamente aquellos en dónde poner los límites de clase, calculado en base de categorías de ingresos.

Como un ejemplo de la falta de idoneidad para definir la clase media sobre la base de los límites de ingresos, analizamos los límites de clase propuestos por los autores peruanos Gamero y Zeballos en su trabajo “Presentación” en Perú Hoy. La clase media ¿existe?, publicado por Desco (2003), y el texto de Adriánzen “Caída de las clases medias y autoritarismo” en el mismo libro de Desco. Antes de desarrollar nuestros argumentos, presentamos dos tablas sobre la Población Económicamente Activa (PEA) y la remuneración promedia de la misma.


Gamero y Zeballos determinaron los límites de clase de las familias de clase media en el año 2003 entre los umbrales de 1482 y 4258 nuevos soles. De acuerdo con la remuneración promedio de la PEA ocupada en el año 2003, sólo las personas que trabajaban en empresas que empleaban a 51 personas o más obtuvieron un ingreso suficientemente alto como para ser consideradas como clase media, es decir, el 13,9% de los ocupados. El resto de las personas que trabajaba no contaba como clase media. ¿Entonces, qué fueron? ¿Ellos fueron los casi pobres, los trabajadores pobres?

Los límites de la clase propuestos por Adrianzén hacen más difíciles de encontrar individuos que pertenecen a la clase media. En este caso, los límites son 1864 y 3322 nuevos soles. La remuneración promedio en 2003 de las personas que trabajaban en empresas que empleaban a 51 o más personas no era lo suficientemente alto como para contar estos individuos como pertenecientes a la clase media. Entonces, ¿quiénes formaron parte de la clase media?

En el caso del límite inferior de Gamero y Zeballos, solamente a partir de 2007 las personas que trabajaban en empresas que empleaban a 51 o más individuos se consideraban como parte de la clase media. En el caso del límite inferior de Adrianzén esto sucedió en el 2012. En términos generales, esto significa que en el periodo 2007-2012 entre el 16,7% y el 19,7% de la PEA ocupada, o entre 2.370.932 y 3.061.675 personas, pertenecieron a la clase media. ¿Y a qué clase perteneció el resto de las personas que trabajaba? ¿Ellos formaban parte de la clase trabajadora porque ganaban menos que la clase media? ¿Ellos fueron campesinos? Pero ¿quiénes fueron las personas que ganaban más que la clase media? ¿Ellos fueron los dueños de los medios de producción? 
En su trabajo Gamero y Zeballos se refieren a las familias que pertenecen a la clase media. Debe ser obvio que en los hogares que tienen más de un sostén es posible que individualmente estas personas no pertenezcan a la clase media e incluso podría ser considerado como pobre. Esto es, por supuesto, la muerte de cualquier análisis que propone contribuir a la comprensión de la estructura social de la sociedad.

Los debates sobre el tamaño de la clase media son discusiones sobre la clase media como una agrupación estadística. Aunque se presentan estos debates como herramientas para iniciar a comprender la evolución de la estructura social, en realidad, estas discusiones confunden más que clarifican. Además, mediante el uso de las categorías de ingresos para determinar la clase media es política y sociológicamente posible eliminar la clase obrera. Por supuesto, esto también hace posible la eliminación de la clase capitalista y, como consecuencia, la eliminación de la necesidad de la lucha de clases para cambiar las estructuras sociales de la sociedad.

Para que las clases dominantes puedan utilizar el espectro de la clase media como un instrumento político e ideológico, los límites de clase deberían ser fijados en éstos niveles que permitan aumentar sustancialmente la clase media. Existen varios artículos de los intelectuales de la burguesía que tienen justamente eso como objetivo. Hay autores que consideran la clase media en desarrollo como trabajadores que ganan entre US $4 y US $13 por día (en paridad de poder adquisitivo). En el caso del Perú, esto significa que todo el mundo que actualmente gana el salario mínimo está considerado como clase media. Sobre la base de la remuneración promedio de 2012 es posible concluir que el conjunto de la PEA ocupada puede considerarse como clase media. 

Concluimos que los debates actuales sobre la clase media ayudan a eliminar cualquier discusión sobre los fundamentos sociales y económicos que han causado el surgimiento de la estructura social particular de la sociedad. Como tal, estos debates contribuyen a ocultar las realidades sociales y económicas detrás de esta estructura.

Al considerar la estructura de la sociedad como el conjunto de agrupaciones estadísticas particulares, ya no es posible determinar lo que ha causado que las personas se encuentren en las agrupaciones estadísticas A, B, C, D y E. Esto es muy conveniente para las clases en el poder ya que contribuye a difundir una práctica reformista entre las clases y capas sociales que podrían ser consideradas como las fuerzas para el cambio transformacional, es decir, hacia el socialismo.

Pensamos que una definición de la clase media en base a criterios tales como la propiedad sobre los medios de producción, el control sobre los medios de producción, el control sobre la fuerza de trabajo y el papel de los individuos en la producción y la reproducción del sistema capitalista es superior al definir la clase media sobre la base de las categorías de ingresos. Al mismo tiempo que estos criterios contribuyen a la comprensión de la estructura social de la sociedad, también ayudan a crear la conciencia de la necesidad de derrocar el sistema capitalista. Exactamente esto es lo que la práctica para definir la clase media sobre la base de las categorías de ingresos trata de evitar.

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