Perú. Sindicato Celima denuncia abuso laboral de Belmont Cassinelli y del cómplice Ministerio de Trabajo


A más de una semana de huelga en Celima en lugar de avizorarse una solución el conflicto se agrava por la barbarie laboral del grupo empresarial Belmont Cassinelli que responde con despidos ante la justa protesta de los trabajadores y, lo que es más grave, lo hace ante el silencio y complicidad del ministro de Trabajo, Daniel Maurate, que observa pasivo esta situación.


Mariátegui
11/10/15

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Lima.- La huelga ha sido declarada procedente pero la empresa presiona por su ilegalidad incluso con la determinación declarada en forma pública de llevarlo al fuero judicial, a fin de aplicar despidos masivos “por falta grave”. Para ello la empresa se apoya en el nefasto precedente sentado recientemente por la minera Shougang que ante la huelga de los trabajadores tercerizados de Coopsol, declarada procedente en la Dirección Regional de Ica, fue luego declarada improcedente en la Dirección Nacional del Ministerio de Trabajo, bajo cuyo amparo la empresa procedió a despedir a todos los trabajadores en huelga, originando la huelga indefinida y el estallido social que remeció a Marcona y que trajo como resultado un muerto y varios heridos. No hay ninguna duda: el modelo laboral de Celima S.A. es la minera Shougang, archiconocida por su política antilaboral.

Si los trabajadores realizamos una huelga bajo el amparo de la ley, cómo puede ser posible que la empresa pretenda su ilegalidad  bajo amenaza de aplicar despidos masivos y el Ministerio de Trabajo no diga nada. Es decir, se pretende que los trabajadores no tengamos la misma “seguridad jurídica” que los empresarios reclaman para realizar sus negocios.

Pero hay más. La empresa ya cursó cartas de predespido a cuatro (4) trabajadores bajo el pretexto de que realizan labores indispensables. Y ha cursado cerca de 200 cartas más contra trabajadores que arbitraria y unilateralmente ha colocado en esta condición, amenazando con despedirlos si no se reincorporan de inmediato al trabajo. ¿Cómo una huelga que es declarada procedente, lo que incluye la aceptación de la relación de puestos indispensables por la autoridad, puede ser desconocida por la empresa que procede a despedir trabajadores y amenaza con echar a la calle a otros 200? Lo más sorprendente es que ante esto la autoridad NO HACE NI DICE NADA dejando impune la arremetida antilaboral de la empresa. Señor ministro Daniel Maurate, ¡diga algo!.


El tema de los “servicios indispensables” lo ha creado el propio Ministerio de Trabajo al permitir que las empresas de manera alegre y con la única finalidad de impedir el ejercicio del derecho de huelga coloquen en esa condición a una legión de trabajadores. En Celima alcanza al 50% de los sindicalizados. Los “servicios indispensables” de acuerdo a ley, son aquellos cuya paralización pueden poner en riesgo la seguridad en una empresa, pero en Celima hasta un simple operario es “servicio indispensable” por capricho de la empresa. La empresa hace uso y abuso de esta declaración, incluso antes del inicio de nuestra huelga amplió su nómina, con el único propósito de atacar nuestro derecho a  huelga. Las empresas abusan de este mecanismo gracias a que el Ministerio dejó abierta en la norma la facultad de las empresas a establecer cada año su nómica de “servicios indispensables”. El Sindicato ha cuestionado esta nómica pero el Ministerio al no pronunciarse en los hechos convalida la decisión de las empresas que para el caso hacen uso del “silencio administrativo”.  Ante esta violentación flagrante al derecho de huelga, y los despidos, el Ministerio una vez más no dice ni hace nada.


Sistemática práctica antisindical del grupo Belmont Cassinelli


Todo esto no es el colofón de una misma práctica antilaboral que por años aplica el grupo Belmont Cassinelli.  Mantuvo a cientos de trabajadores con contratos desnaturalizados, y cuando salimos a reclamar nuestro derecho echó a la calle a cientos de trabajadores, algunos de los cuales aún siguen reclamando reposición. Lo mismo ocurre en todas las negociaciones colectivas donde siempre muestra intolerancia. Gracias al apoyo de unos cuantos amarillos la empresa suscribió un convenio con los “no sindicalizados” por tres años que ahora quiere imponerle a nuestra organización sindical para dejar sentada la lección de que sindicalizarse no paga. Antes del inicio de la presente huelga nos espetó un ultimátum: “vayan a la huelga que no tendrán nada”. 

Y en efecto, no plantea nada y nos exige como condición que levantemos la huelga cuestionando una vez más el derecho de huelga, después de que pasamos más de medio año conversando sin encontrar una buena disposición de su parte. ¿Qué hace ante esto el Ministerio de Trabajo? Nada. En estos días de huelga ha intentado e intenta algunas inspecciones laborales, pero la empresa les ningunea el ingreso a sus instalaciones. La autoridad realiza reuniones de conciliación, y la representación de la empresa no asiste, o cuando asiste se niega a firmar un simple acta de reunión. Parece increíble: la empresa no solo se ríe a mandíbula batiente de los trabajadores sino de la propia autoridad de Trabajo. ¿Puede acaso más el poder económico del grupo Belmont Cassinelli que la ley y los que están llamados a hacerla cumplir?


Los trabajadores realizamos una huelga haciendo uso de nuestro derecho y en el marco de la ley, cansados de tanta burla y espera. Y no hay solución porque la empresa se niega a negociar y la autoridad no puede hacer nada. En lugar de solución ahora recibimos cartas de predespido y una lluvia de cartas con amenazas de despido, y la bárbara amenaza de proceder hasta la ilegalidad de nuestra huelga para que echen a cualquier trabajador, todo con la finalidad de quebrar nuestra huelga, destruir nuestro sindicato e imponer los designios de la patronal. Y el ministro de Trabajo, Daniel Marute, ¡no dice ni hace nada!

Este proceder del grupo Belmont Casinelli con la complicidad de las autoridades es lo mismo que hace el común de los empresarios y lo que impide que los trabajadores podamos defendernos y ejercer nuestros derechos.¿Acaso para los trabajadores las leyes son letras bonitas y las autoridades están pintadas en la pared?  Los trabajadores somos los pulmones del crecimiento económico del país,  y sin embargo los empresarios y las autoridades no nos incluyen y nos tratan como material de desecho y en la práctica sin derechos.

El grupo Belmont, contrariamente a la imagen que predica y trata de vender, desnuda así la bárbara política antilaboral que lo caracteriza. Es responsable de muertes y enfermedades de trabajo por doquier en las diversas empresas de su propiedad (Minera Las Camelias, Trébol), sin que las autoridades hagan o digan algo ante las denuncias de los trabajadores cuyos expedientes se honguean en muchos archivos de entidades públicas.

El grupo Belmont Cassinelli cada año vende más pero entrega menos utilidades a sus obreros. El grupo Belmont Cassinelli paga 900 soles a sus operarios en la Planta supermoderna de Punta Hermosa mientras sus ejecutivos cobran 100 veces más. El grupo Belmont Cassinelli obliga a sus obreros a trabajar días feriados y días de descanso familiar como si fuéramos esclavos, y coacciona a los trabajadores a renunciar al sindicato o a no afiliarse ofreciéndoles favores y ventajas.


Con este sistema de trabajo, donde se queda nuestra juventud y se menoscaba nuestra salud mientras nos mantiene en la pobreza con salarios miserables, el grupo Belmont Cassinelli ha forjado uno de los grupos empresariales más importantes del país ganando dominio en el mercado de cerámicos, sanitarios y afines, la mitad de los cuales destina a la exportación, y donde siendo indispensable nuestro trabajo al mismo tiempo no es reconocido.   

Nuestra huelga heroica y justa

Hartos de estos abusos y cansados de estos atropellos y mezquindades, los trabajadores de Celima realizamos movilizaciones, paros y ahora una huelga, buscando ser escuchados. Pero no, no se oye padre, conmigo no es. Haz tu huelga nomás y atente a las consecuencias. La prepotencia. La sin razón. El achoramiento. En una palabra: la barbarie laboral es la respuesta de la empresa de Augusto Belmont Cassinelli, el “hermanón” del otro que aspira a ser candidato de los pobres en las próximas elecciones presidenciales.

Por eso la indignación que sentimos es inmensa. Por ello nuestra  huelga es total. Nuevos compañeros se afilian y se suman a la huelga renunciando a seguir bajo la férula patronal. La empresa pretende que sus actividades son “normales” porque fuerza a trabajar jornadas de 12 hrs. a contratados y empleados indefensos obteniendo más productos desechables que producción y ocasionando accidentes de trabajo, intentando así desmoralizar a los que nos encontramos en lucha. Para no atender nuestra huelga pretende enrostrarnos que no somos “indispensables”,  pero para atacar nuestra huelga y amenazarnos con despidos si nos califican de “indispensables”. La hipocresía patronal no tiene nombre ni límites.

En estos días de huelga el esfuerzo desplegado por nuestros compañeros es inmenso revelando su coraje y decisión. Un piquete de compañeros recoge víveres en los mercados para parar nuestra Olla Común que es sustento de nuestra lucha diaria. ¡Los obreros de Celima somos pobres por culpa de la empresa pero tenemos dignidad y luchamos por nuestros derechos! Otro grupo de compañeros recoge dinero con alcancillas para cubrir nuestros gastos de huelga. 

Todos nos movilizamos tosdos los días desde tempranas horas de manera organizada y disciplinada cargando nuestro único arsenal compuesto por banderolas, chicharras y bombos. Nuestros dirigentes recorren incansablemente los pasillos del Ministerio, del Congreso y de distintas organizaciones sindicales buscando apoyo. ¡Nada nos va a detener carajo porque nuestra lucha es justa! La lucha es dura pero nuestra moral es tan alta como tan baja y miserable es la política empresarial del grupo Belmont Cassinelli, modelo empresarial de los vampiros de la CONFIEP.




Nuestro Sindicato es un sindicato de lucha: hemos estado en la primera fila luchando contra la ley pulpín y en las movilizaciones de apoyo al valle del Tambo. Nuestro sindicato es solidario: desde que nos fundamos, hemos apoyado todas las huelgas y luchas obreras y llevado apoyo material. La lucha es dura pero la sostenemos combativamente porque muchos trabajadores nos ven como un referente para sus aspiraciones y no los vamos a defraudar porque nos mantendremos firmes. Por eso mismo nos vemos muy gratificados por el apoyo que nos brindan nuestros hermanos de distintos sindicatos, de nuestra central la CGTP, de la Red Solidaria y de infinidad de grupos y personas de buena fe. Y agradecemos también el apoyo de los congresistas Yhony Lescano, Yehude Simons, entre otros.

¡Vamos compañeros obreros de Celima, sus esposas e hijos: Unidos, firmes y disciplinados en nuestra huelga! ¡Salimos unidos y volvemos unidos! ¡Abajo los despidos en Celima! ¡Abajo la barbarie laboral de Belmont Cassinelli que se burla de la ley, pisotea el derecho de huelga, de negociación colectiva y el derecho al trabajo que es sustento de nuestras familias!

¡Exijamos que al ministro de trabajo Daniel Maurate que no sea cómplice de estas trapacerías antilaborales!

Compañeros obreros, jóvenes, pueblo en general: los llamamos a la solidaridad con nuestro Sindicato, solidario, combativo y unitario, porque nuestro triunfo sobre la barbarie empresarial del grupo Belmont Cassinelli será el triunfo de toda la clase trabajadora.

¡Todos al Mitin Obrero contra la barbarie laboral y por la dignidad y los derechos obreros, Plaza San Martín Viernes 12 a las 5 pm!


Sindicato Unitario de Trabajadores de Celima S.A.

David Cochachin. 
Secretario General


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