Gloriosa ceremonia en honor al Gran Mariscal de Ayacucho se realizó en el Perú


El retrato militar, político y moral del joven héroe venezolano y universal Antonio José de Sucre, conocido y reconocido como el Gran Mariscal de Ayacucho, fue dado a conocer de manera precisa y vibrante por el Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en la República del Perú, Diego Alfredo Molero Bellavia, con motivo de celebrarse el 221° aniversario del Natalicio de este Prócer continental.


Mariátegui
04/02/16

Lima.- En la plaza ubicada dentro del Parque de la Reserva, en el Cercado de Lima, con la siempre imponente estatua ecuestre del Gran Mariscal de Ayacucho, frente a una impecable formación militar integrada por la Legión Peruana de la Guardia, la Marina de Guerra del Perú; la Guardia Histórica de la Fuerza Aérea del Perú, acompañados de la Escolta del Primer Batallón de Paracaidistas; además de la Escolta Metropolitana y la Banda de Músicos de la Décimo Octava Brigada Blindada del Ejército del Perú, se le rindió justo tributo a este ilustre venezolano, quien es recordado con fuerza y honor por su monumental legado y por dirigir la última Batalla, la de Ayacucho, que otorgó la Emancipación definitiva al Perú y Latinoamérica.

El diplomático venezolano realizó una concisa y contundente semblanza del Gran Mariscal de Ayacucho refiriéndose al Abel de América como un genial estratega, así como un brillante hombre de Estado, “desde donde desarrolló sus doctrinas políticas y tareas de administración para sembrar en el alma de los pueblos la noción de orden y justicia”. Dijo asimismo que Sucre fue fiel hasta el final a la doctrina bolivariana y que colocó todo su empeño “en crear y construir Repúblicas sobre los soportes de la libertad, la concordia y la tolerancia”.

Comentó la devoción con la que era citado y recordado Sucre por el Líder de la Revolución Bolivariana, el Comandante Hugo Chávez, quien aseveraba que “tenía 29 años cuando se hizo inmortal en Ayacucho, en la gran batalla libertadora de Suramérica. De los mejores soldados, de los mejores revolucionarios, de los mejores líderes: Simón Bolívar dijo un día y está escrito: “Donde está el general Sucre está el alma del ejército”. Era el alma del ejército, alma del pueblo, el cumanés. Humilde, pero empeñado, con una voluntad de acero, una inteligencia muy creadora para lo militar, para lo diplomático, para lo político”.

En honor a su recuerdo, a su ejemplo y a su legado fueron tributadas  ofrendas florales que colocaron la Municipalidad Metropolitana de Lima; la Municipalidad Distrital de Quinua (Ayacucho); el Ejército del Perú; la Marina de Guerra del Perú; la Fuerza Aérea del Perú; el Organismo Andino de Salud; representantes de los Movimientos Sociales; el Instituto Cultural Peruano Venezolano; el Frente Obrero Campesino Estudiantil y Popular – FOCEP; la Casa de Hermandad Perú Venezuela; el Club Departamental Ayacucho y la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela acreditada en Lima.


Así quedó grabado en la memoria de los presentes este destacado acto, al celebrar el  03 de febrero de 1795, el natalicio en Cumaná, Venezuela, del Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre y Alcalá, como dijo el Embajador Molero “para gloria de nuestra Patria y las Américas”, cuyo fervor por este joven y brillante militar “es compartido por todos aquellos que aman la integridad, la libertad y la igualdad”.

El Embajador Diego Molero agradeció profundamente la presencia y participación de las Fuerzas Armadas del Perú en el solemne acto, por su excelente e impecable demostración de orden cerrado y despidió a las embajadoras y a los embajadores, a los congresistas y, en general, a las amigas y a los amigos de Venezuela que nos acompañaron en la ceremonia, manifestando con emoción “Sucre es grande y seguirá siendo grande en América Latina toda y en el mundo entero”.

En el ámbito de la ceremonia, Molero Bellavia, impuso la Orden Vencedores de Junín y Ayacucho, en Su Primera Clase, al General de Brigada del Ejército Bolivariano, Raúl Adrián Lugo Mejías, por su excelente desempeño durante dos años enalteciendo la Patria de Bolívar, al frente de la Agregaduría Militar, Naval y Aérea de la Embajada de la República Bolivariana de Venezuela.

Compartieron con la Misión Diplomática venezolana la gloriosa ceremonia los embajadores de la República del Ecuador, José Sandoval; de la República de Nicaragua, Marcela Pérez Silva y de la República Dominicana, Rafael Julián; el Encargado de Negocios de la Embajada de la República de Cuba, Ministro Consejero Rubén García y el representante de la Embajada del Estado Plurinacional de Bolivia, el Ministro Consejero Jorge Manrique; los congresistas Jorge Rimarachín y Roberto Edmundo Angulo Álvarez; el alcalde Reginaldo García, de la Municipalidad Distrital de Quinua, en cuya Pampa se escenificó Ayacucho; representantes del Organismo Andino de Salud y del Organismo Internacional de Migraciones; agregados y enlaces militares de Argentina, Bolivia y Ecuador y Perú; integrantes de los movimientos sociales, grupo de intelectuales, así como amigas y amigos de Venezuela siempre solidarios con nuestro país.

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