Cataluña. Cuando ir a la cárcel no es un drama


Y de repente confirman la noticia. Dormirá en prisión. Nos lo vemos venir pero algunas nos resistíamos a aceptarlo. En el fondo albergábamos esperanzas de racionalidad, de proporcionalidad y de tantos otros principios que habíamos sentido que guiaban la acción penal en un sistema democrático y de derecho.


Mariátegui *
18/10/17

Pero lo cierto es que la represión en clave política ha sido una constante en España. Que ha causado cientos de detenidos y presos por su ideología. Tanto antes como después de la mal llamada transición democrática. Lo atestiguan los numerosos compañeros independentistas que, bajo la sombra del monarca puesto a dedo por Franco, han sufrido detención, prisión, tortura y exilio, además del acoso a familiares, seguimientos, registros, multas, embargos, entradas a domicilios, palizas, etc.

En estos días que vienen, con dos presos políticos más, y con la perspectiva de que no sean los últimos, debemos tener bien presente las experiencias de aquellos que, con mucho menos apoyo y con pocos medios de comunicación interesados ​​en darles voz , han sido capaces de reponerse de la represión sufrida y seguir el combate.

La confianza en el pueblo que vive, que late, que avanza y no se arruga.

Es el apoyo de quienes sabemos qué queremos y estamos dispuestos a no rendirnos, lo que permite a un preso político restar con la cabeza bien alta dentro de la prisión, orgulloso de pertenecer a un movimiento irreductible.

No. Tengamos claro. Ir a la cárcel no es un drama. Es un golpe duro, hacia un compañero y su entorno próximo. Pero también es un revulsivo. Un hecho clarificador. Una oportunidad de hermanamiento social y masivo contra la represión que relance con más fuerza el clamor de libertad. Que enmudezca los cantos engañosos de las excelencias de la imposible España reformada. Que nos haga a todos ya todas más fuertes, más solidarias y más dignas.

Hoy nos despertamos con en Jordi Cuixart y en Jordi Sánchez en Soto del Real, cerrados por orden de la Audiencia Nacional. No son los primeros catalanes a hacer este trayecto por causas políticas. No serán los últimos.

No tengamos miedo. La bestia se defiende y ataca. Pero nosotros tenemos la razón y las calles.

Somos mayoría. Somos pueblo. Somos República!
Cuánta arbitrariedad sufrida! Cuántos abusos sufridos!
Cuánta solidaridad ejercida! Cuántos brazos abiertos!
Renace del calor la vida el corazón de los guerreros sinceros
Ganaremos!


* Alerta Solidaria 

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