Ucrania. Un ejemplo de impunidad. Batallones de extrema derecha


La reciente demostración de fuerza de Andriy Biletskiy y su “Milicia Nacional” por el centro de Kiev ha conseguido crear cierta preocupación, tanto por la estética del grupo como por los objetivos de un grupo evidentemente paramilitar. 


Mariátegui *
12/02/18

Varios de los artículos sobre la marcha que se celebró en Kiev la semana pasada destacaban la posibilidad de que el Estado pierda el monopolio del uso de la fuerza. Otros medios, como el estadounidense RFL/RL llegaba a calificar el acto como una ceremonia que recordaba “más a Alemania en los años 30 que la democracia de postguerra”. Eso sí, para llegar a ese comentario había que llegar al decimotercer párrafo.

Pese a la espectacularidad de la puesta en escena, en la práctica, el principal cambio no es la aparición de grupos paramilitares con aspiración a actuar de policía. El principal cambio es el grado de organización que se puede esperar de este grupo, que nace de la estructura asociada al batallón Azov, heredero a su vez de las estructuras de extrema derecha que se crearon en las últimas décadas. Sin embargo, grupos armados que han actuado y actúan con impunidad se han hecho notar en Ucrania desde la llegada al poder del nuevo Gobierno nacido de la victoria de Maidan. Hace casi un año, el alcalde de Dnipropetrovsk, Borys Filatov, ya amenazaba con la posibilidad de crear Freikorps para luchar contra los que consideraba enemigos del Estado. 

También entonces, ese tipo de grupos existían ya. Evidencia de ello es, por ejemplo, el vídeo recuperado ahora por el periodista Ruslan Kotsaba, que muestra la impunidad con la que actúa la extrema derecha.

El hecho de que la actual Ucrania está dominada por un régimen criminal ya no es un secreto para nadie. Ni siquiera para quienes lo mantienen. Y, además, los criminales nunca llaman crimen a sus actos.

Por desgracia, por el momento no llegamos a comprender el alcance de estas actividades y no vemos más que la punta del iceberg. Sin embargo, antes o después, los secretos salen a la luz. En la red se ha publicado un vídeo que muestra la violencia utilizada por los matones patriotas del Nazi batallón Azov. Las imágenes fueron captadas en 2015 en la región de Járkov, en la localidad de Krasnokutsk. Con las caras cubiertas por pasamontañas, golpearon y prendieron fuego al edifico de la policía local y destrozaron y marcaron con símbolos fascistas el lugar.

El aterrador vídeo fue publicado en las redes sociales por el famoso y acosado periodista ucraniano Ruslan Kotsaba [que en 2015 se encontraba en prisión, acusado de traición por publicar en su canal de YouTube un vídeo en el que animaba a los ucranianos a no responder a las citaciones del ejército. Tras meses en prisión preventiva, Kotsaba fue absuelto de todos los cargos-Ed]. Kotsaba afirma que enviará las imágenes a organizaciones europeas por los derechos humanos para que comprendan el grado de la democracia “real” que se está desarrollando en Ucrania.


“He dicho, digo y seguiré diciendo que el Gobierno ucraniano comparte, de forma deliberada, el monopolio de uso de la fuerza con los grupos Nazis. En todos los países civilizados, ese monopolio, el del uso de la fuerza, la coerción, el castigo y las armas, es inviolable. Y ahora, a lo largo y ancho del país están las llamadas “iniciativas populares” que dicen dedicarse a cosas como “proteger contra los ladrones-gitanos” o la “lucha popular contra el tráfico de drogas, las prostitución o vandalismo callejero”.

Todos sabemos que los cuerpos de seguridad del Estado no funcionan, pero los ciudadanos inteligentes, al contrario que las masas grises atontadas por la propaganda xenófoba del Gobierno, tenemos que darnos cuenta de que lo hacen de forma intencionada. Para que pueda haber más represión contra disidentes y periodistas críticos con el poder. Es decir, es una habitual forma de manipulación para distraer la atención de la sociedad. Todo esto es muy triste. ¿Hacia dónde va el país?”, comentó Kotsaba a Politnavigator.

slavyangrad.es *

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