La luz de Diana, un libro que ilumina



Muchos de sus amigos creen  verla. Discurre, aún, por los anfractuosos camino de Nuestra América, martiana, mariateguista. De allí que devenga muy justo el homenaje a Diana Ávila Paulette, infatigable defensora de los derechos humanos (1950-2017), plasmado en La luz de Diana, volumen editado para subrayar la ímproba tarea de esta  joven activista peruana, que combatiera, permanente  por los desplazados en las guerras internas que han sacudido a América Latina en las últimas décadas.



Winston Orrillo
Mariátegui
03/05/18

El volumen es la acumulación de voces entrañables que le rinden merecido homenaje, pues ella fue, hasta poco antes de su fallecimiento, Directora Ejecutiva de la Consejería en Proyectos PCS, organismo no gubernamental cuyo fin fue la permanente, terca defensa de los derechos humanos (nada que ver con el abominable Cipriani), víctimas de la represión estatal y de los desplazados, tarea fundamental que se extendería desde Chile y Argentina, en sus inicios, hasta el Perú, Colombia, Guatemala, Honduras, El Salvador y México.

Todo esto se halla en el volumen que se lanzara el lunes 4 de junio, a las 6.30 en el Auditorio de la Derrama Magisterial, ubicado en la Avenida Gregorio Escobedo, 598, Jesús María.

El merecido recuerdo ha sido coordinado por el notable escritor Eduardo González Viaña, quien ha reunido, en su contexto, colaboraciones de personalidades culturales y políticas,  como Gustavo Espinoza, Carlos Urrutia, Agustín Haya de la Torre, Luis Pásara, Francisco Adrianzén,  Annalisa Melandri, Javier Mujica, Walter Palacios y Lucy Borja, entre otras plumas relevantes.

El libro ha sido ya lanzado, y abre un derrotero para que no queden, en el olvido cotidiano, las huellas e hitos, de las tareas, verbi gratia, de Javier Diez Canseco, entre varios otros (se me ocurre, ahora mismo el compañero Wiener o Aníbal Quijano, recientemente, aprehendidos por la impía parca que parece hallarse cebada en escritores e intelectuales en general)

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