Perú: Los demonios de la derecha y la representación popular


Augusto Malpartida León / Mariátegui
Foto: Associated Press
21/06/09


2009, Año de la Heroica Insurgencia Amazónica.

La insurgencia amazónica ha desatado los peores demonios de la derecha política, la oligarquía y las transnacionales, y García encarna sin mayores maquillajes y más sirviente que nunca, al sicario que esa derecha necesita. Arrastrando los ataúdes de Simon y su gabinete, grita a todos los vientos –para que escuchen sus patrones- que seguirá asesinando sin contemplaciones, igual sigue su camino al despeñadero.

La jornada nacional 11 de junio ha comenzado el proceso de generalización de la insurgencia, miles de peruanos en todo el país se han sumado a la lucha amazónica activamente, militantemente, para transformarla en una lucha de todo el pueblo. No por casualidad, en AIDESEP, y con presencia del mismo Alberto Pizango, a iniciativa de él, recogiendo las propuestas que muchos planteaban, se formó el Frente Nacional por la Vida y la Soberanía (FNVS) con la participación de una serie de organizaciones populares, centrales sindicales, representaciones indígenas y campesinas, partidos políticos y en general organizaciones sociales.[1]

Ese Frente es el que ha dirigido la lucha del 11 y se ha convertido así en la expresión material de la unidad popular y la lucha conjunta de la mayoría de peruanos. La insurgencia amazónica obligó a la derecha a quitarse la careta, a unirse y recurrir a sus métodos más sangrientos para enfrentarla. El conjunto del pueblo siente ahora la necesidad de marchar codo a codo para enfrentar esta guerra civil declarada por la derecha en el mensaje de sangre del 5 de junio.

Hay quienes dicen que la clave a la salida en este período pasa por la capacidad de las fuerzas políticas, que deseen tener algún futuro electoral, de representar y organizar la protesta social en curso, porque “no se trata solamente de protestar sino de gobernar este país”[2].

Yo creo que la percepción que debiéramos tener es que lo que está en juego de una manera central en el país, es el poder y es una disputa de poder en el que aparecen elementos de resistencia armada incipiente, lucha política parlamentaria y movilización de masas organizadas y no organizadas, de carácter confrontacional, exigiendo la caída del presidente en todo el país. Es decir diversas formas de lucha para disputar el poder. Quién puede representar esto?, ningún partido por su lado, ninguna organización social por su lado. Solamente una fuerza unitaria, integrada por los componentes que están luchando hoy, que se incorporan a la lucha día tras día, solamente una fuerza que integre a estas fuerzas, políticas, gremiales, sociales en general, puede dar dirección, organizar, luchar y representar al pueblo en esta lucha por el poder abierta en estos meses.

Y esto tiene que ver con fortalecer el Frente Nacional por la Vida y la Soberanía, construir un estado mayor, elaborar su programa, armar una estrategia para la insurgencia nacional, colocar la renuncia del gobierno y el adelanto de elecciones como punto central de esta estrategia.

Dicho de otra manera, la lucha de hoy solamente puede ser representada por los que luchan hoy, gremios, partidos, organizaciones sociales, todos juntos en una representación que se hizo política desde su nacimiento. El FNVS nació político, se planteó tareas políticas y desarrolla lucha política. Quienes quieran representarlo tendrán que disputar esa representación en el interior del Frente, en la lucha del Frente, con los objetivos del Frente, con los aliados en el Frente. Para esto el FNVS tiene que ampliarse, desarrollarse, abrir los espacios más democráticos para definir su representación, por allí andan nuestros retos, nuestros desafíos, para encarar los peores demonios de la derecha, la oligarquía, las transnacionales y su sicario de turno.


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[1] Hasta el momento se encuentran participando en el FNVS: la Asociación Interétnica para el Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP), La Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), la Central Unitaria de Trabajadores – Perú (CUT-Perú), la Confederación Campesina del Perú (CCP), la Confederación Nacional Agraria (CNA), la Confederación Nacional de Comunidades Afectadas por la Minería (CONACAMI), la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), la Coordinadora Nacional de Frentes Regionales (CONAFREP), la Federación de Docentes Universitarios del Perú (FENDUP), la Federación de Estudiantes del Perú (FEP), la Unión de Frentes Regionales (UFREP), diversas representaciones juveniles, la Marcha Mundial de Mujeres, el Movimiento Cumbre de los Pueblos, el Partido Comunista Peruano (PCP), el Partido Comunista del Perú – Patria Roja (PCdelP-PR), el Comité Malpica (CM), el Partido Socialista (PS), el Frente Obrero Campesino Estudiantil del Perú (FOCEP), el Partido Nacionalista Peruano (PNP), el Frente Democrático del Perú (FEDEP), el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), Liberación Popular (LP), Voz Socialista (VS), Patria Libre (PL), entre otros.

[2] Alberto Adrianzén: Otro bloque en el poder. La República, 13 de junio del 2009.

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