Perú: A 18 años del Golpe de Estado. ¡No olvidamos, No perdonamos, No nos reconciliamos!












Texto y Fotos: Yásser Gómez / Mariátegui
09/04/10


El miércoles 7 de abril la Coordinadora contra la Impunidad (CCI) convocó a un plantón frente a la sede del Palacio de Justicia para conmemorar el primer año de la histórica sentencia de 25 años de prisión para el genocida Alberto Fujimori y para que el pueblo -tampoco olvide el golpe de Estado del 5 de abril de 1992- se reafirme en la lucha contra la impunidad, que hoy gozan los violadores de los derechos humanos en nuestro país. Asímismo, para exigir justicia en el caso de la periodista del diario Cambio, Melissa Alfaro, quien en agosto de 1991 -cuando tenía 22 años- murió al abrir un sobre bomba enviado por el Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE) que era dirigido por Vladimiro Montesinos y Alberto Fujimori.

Con gritos de Ni Olvido Ni Perdón para los violadores de derechos humanos y recordando los nombres de las víctimas que ya no están físicamente con nosotros, un centenar de activistas se reunieron en el frontis del Palacio de Justicia en el Cercado de Lima. Estuvieron presentes los familiares de las víctimas de la violencia política, estudiantes de las universidades estatales, activistas de derechos humanos y el colectivo de artistas plásticos Arte por la Memoria, quienes se encargaron de pintar banderolas exigiendo justicia para los torturados, asesinados y desaparecidos. Además desplegaron una tela de aproximadamente diez metros de largo, este trabajo de la artista plástica Akito de la Universidad Católica consta de 15 mil pedazos de tela tejidos hasta formar un sólo cuerpo, la cantidad representa al número de desparecidos que forman parte de las 70 mil víctimas de la guerra interna que vivió nuestro país entre 1990 y el 2000. Cada pedazo de tela lleva el nombre, la fecha de su desaparición y el número que le corresponde dentro de los 15 mil. Un creativo homenaje para los desaparecidos y para aquellos que nunca más volverán a ver sus familiares y amigos.


Porque el arte puede convertir a una simple tela en un arma de protesta, en un grito por la memoria y puede expresar esa exigencia de justicia que recorre el pensamiento de muchos de los familiares de las víctimas de las violaciones a los derechos humanos: ¡No olvidamos, No perdonamos, No nos reconciliamos!


Yásser Gómez. Periodista, editor de Mariátegui. La revista de las ideas.

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