(Izquierda). Ana Jara y (Derecha) Nadine Heredia, hoy ya no sonríen por la crisis del gabinete.
Mariátegui
25/08/14
Pronunciamiento
La hasta ahora frustrada legitimación del gabinete ministerial presidido por Ana Jara al no haber obtenido el voto de confianza del parlamento, más allá de la evidente debilidad y arrinconamiento en que se encuentra el gobierno de Ollanta Humala, es una nueva manifestación de la profunda crisis que afecta al sistema político peruano, cuyas causas se originan en la degradación de la política, la desinstitucionalidad y el desmontaje estatal operados por el modelo neoliberal en curso.
No es casual que los poderes del Estado se debatan en la inoperancia, el desprestigio y el repudio ciudadano.
Campean en su seno lobbystas, logreros y arribistas de todo pelaje, cuyas pujas y contradicciones no se deben a desacuerdos de fondo sobre el actual modelo, sino en la obtención de ventajas políticas o económicas, garantizar impunidades, cobrarse revanchas, sacar ventaja en el escenario electoral que se configura hacia el 2016.
Lo más probable es que este entrampamiento se resuelva mediante “negociaciones” en las que el ejecutivo tendrá que hacer concesiones, entregar las cabezas de algunos ministros, sacrificar a García Sayán como candidato a presidir la OEA para contentar a los fujimoristas, postergar el tema de los aportes de los trabajadores independientes a las AFP o atender epidérmicamente el asunto de la huelga médica, problemas estos últimos que algunos congresistas han tomado como caballos de batalla.
Pero el modelo neoliberal permanecerá intocado y profundizándose inexorablemente, en tanto no exista una resistencia popular capaz de contenerlo y derrotarlo. Concluida la etapa de crecimiento y con la economía marchando aceleradamente a una fase recesiva, la derecha neoliberal no encuentra mejor salida que reforzar su carácter primario exportador y entreguista, otorgándole mayores beneficios al capital foráneo. Tal es el sentido del mensaje presidencial del 28 de Julio y la exposición en el Parlamento de la ministra Ana Jara. Cualquier cambio ministerial no afectará en lo mínimo la ruta trazada.
La actual crisis política no se resolverá con las componendas entre el ejecutivo y el parlamento y la intromisión de los grupos empresariales. La descomposición que recorre al conjunto del sistema político peruano seguirá manifestándose, abonando el terreno para el robustecimiento del autoritarismo al que apuesta la derecha cavernaria como mecanismo para poner orden y contener al descontento popular.
La situación descrita expresa, asimismo, la justeza del llamado a abrir paso a una nueva república sobre nuevas bases constitucionales, la necesidad de luchar por un gobierno patriótico, democrático, descentralista y de ancha base social, capaz de cerrar este ciclo oprobioso de la historia nacional, reorientar la economía para ponerla al servicio del bienestar de los peruanos, construir un país próspero y desarrollado. La debilidad y fragmentación de las fuerzas políticas y sociales que se oponen al neoliberalismo es la mayor ventaja con que cuenta la derecha cavernaria, y superar esa situación es el principal reto que tenemos y debemos asumir quienes apostamos por un nuevo rumbo para nuestra patria.
Lima, 24 de agosto del 2014
Buró Político del Comité Central
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