Mariategui
12/11/14
(ABUJNA/Suhail Hani Daher Akel) La historia no recuerda algo similar. Cercar durante 4 años a un presidente democrático hasta llevarlo a la muerte.
El criminal de guerra Ariel Sharon, junto a su canciller Shimon Peres y el liderazgo israelí, el 1° de diciembre de 2001 cercaron militarmente al premio Nobel de la Paz y presidente democrático Yasser Arafat, en la Mukata’a (presidencia) en Ramallah hasta el 30 de octubre de 2004, permitiéndole que salga para ser internado en el Hospital Percy de Paris, donde falleció el 11 de noviembre de ese año, víctima del poderoso veneno químico-nuclear Polonio 210.
Los múltiples bombardeos y violaciones a su sede presidencial fue el vademécum de una muerte lenta, larga y morbosa, coronada con el envenenamiento, frente a la indiferencia de la comunidad internacional y las los regímenes árabes, la propia OLP y la Autoridad Nacional Palestina, parte del complot en su contra y serviles a algunas manos palestinas llagadas de traición que se sumaron a la criminal estrategia sionista de Sharon.
Pese a todo Arafat, no se rindió. Con la sabiduría de un estratega, el peso de la edad y su cuerpo magullado por el nuclear veneno, Arafat les respondió metafóricamente con su árabe poético: “el viento nunca podría mover la montaña”. Él sabía que en esta oportunidad la muerte lo vencería pero no a su pueblo.
Luego de 10 años la Autoridad Nacional Palestina liderada por el presidente de facto Mahmoud Abbas, nada hicieron al igual que la OLP para llevar al estrado de la justicia a los culpables del magnicidio del mártir Abu Ammar, Padre de la Patria Palestina y de la Revolución. │ABUJNA Abu Jihad Palestinian News Agency
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