Argentina. La muerte de Nisman: de servicios, políticos y periodistas


mariategui.info
20/01/15

Por Carina López Monja.- La aparición sin vida del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, conmocionó a todo el país. Más allá de las miles de elucubraciones que recorren medios de comunicación y redes sociales, lo que no se discute es hasta dónde llega el poder y la interna en los servicios de inteligencia. 
El hallazgo del cuerpo sin vida del fiscal Alberto Nisman en el baño de su casa, en las torres Le Parc de Puerto Madero, provocó que desde las primeras horas de la mañana periodistas y políticos arrojaran artillería pesada. Si bien la tarea de determinar las consecuencias de la muerte del fiscal era del cuerpo médico forense y de la Justicia, el secretario Sergio Berni abonó a la teoría del suicidio y, desde la oposición empezaron a hablar de “violencia”, “suicidio inducido” o “asesinato”.

Más allá de la extendida expresión de conmoción y gravedad, el uso político de la muerte de Nisman no tardó en aparecer. Los periodistas opositores, desde Jorge Lanata, pasando por Alfredo Leuco, Nelson Castro hasta Jorge Asís, realizaron declaraciones fuertes: desde “veo muy difícil de creer que  Nisman se suicidó” hasta “para mí es bastante probable que lo hayan matado".

La gravedad institucional también se expresó con las declaraciones de los diputados del oficialismo y la oposición, y se profundizó en las redes sociales. Mientras Patricia Bullrich se acercó durante la madrugada a la puerta de la casa de Nisman para realizar notas con los periodistas que hacían guardia y Mauricio Macri llamaba a una conferencia de prensa en el Palacio Municipal para expresar su preocupación, en las redes sociales miles de militantes kirchneristas comenzaban a hacer una defensa acérrima de la Presidenta y a dar elementos para confirmar el suicidio del fiscal. Mientras que, por el otro lado, miles buscaron hacer del hashtag “CFKAsesina” un trending topic –al cierre de esta nota se ubicaba en el segundo lugar de los temas de debate de Twitter en Argentina- y a través de la convocatoria de una marcha a Plaza de Mayo para esta noche, bajo la consigna “Yo soy Nisman”.  

La causa por encubrimiento y la causa AMIA

La polarización kirchnerismo/antikirchnerismo también se evidenció en la discusión sobre la audiencia que iba a realizarse hoy por la tarde, en la que Nisman iba a presentar las pruebas sobre el encubrimiento y el pedido de indagatoria a la Presidenta y al canciller argentino. Sin embargo, poco antes de las 15, la sesión quedó sin efecto y los políticos de uno y otro signo usaron el Congreso para dar su opinión sobre la muerte del fiscal.

Finalmente, el tercer punto en debate fue cómo continuar la investigación. El juez Ariel Lijo regresó de urgencia a Buenos Aires y habilitó la feria judicial para que se pueda dar tratamiento a la denuncia del difunto. La procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, designó al fiscal Alberto Gentili como reemplazante de Nisman en la Fiscalía, quien permanecerá como subrogante hasta el 31 de enero.

Gentili es un polémico fiscal que fue denunciado por haber violado sus deberes de funcionario por maniobras de espionaje y de inteligencia interior contra dirigentes políticos y sociales como Adolfo Pérez Esquivel, Hebe de Bonafini y Patricio Echegaray, a quienes acusó de financiar a las FARC cuando se desempeñó al frente de la Investigación de Delitos Complejos en Materia de Drogas.

En las últimas horas, el secretario de Inteligencia Oscar Parrilli le envió una nota a la jueza María Servini de Cubría para desclasificar la información relacionada a la investigación del atentado a la AMIA por “expresa instrucción de la Presidenta de la Nación”.

Las pruebas de Nisman y su relación con la Embajada

En la fallida sesión en el Congreso, el fiscal Nisman iba a dar argumentos para avanzar con la imputación a funcionarios públicos. Más allá de la denuncia pública y la aseveración de tener escuchas y diálogos que probaban un encubrimiento del Gobierno a la investigación, éstas no fueron conocidas aún.

La denuncia de Nisman se hizo en plena disputa de los agentes del Servicio de Inteligencia argentina, luego del desplazamiento del espía Stiusso. Para profundizar en el vínculo entre el fiscal que investigaba la AMIA, los funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Argentina y el sector de Stiusso en la SI, desplazado en los últimos tiempos, se hace imprescindible releer el trabajo realizado por Santiago O’ Donell al respecto: http://goo.gl/2WlRg8

El fallecido apareció involucrado en diálogos constantes e intensos con la Embajada estadounidense y el FBI según las revelaciones de Wikileaks de archivos confidenciales, donde el fiscal rendía cuentas ante las autoridades norteamericanas sobre sus pasos en la causa AMIA y la tarea de centrar sus esfuerzos en la “pista iraní”, en desmedro de “la pista siria”.

El kirchnerismo avaló la centralidad de la “pista iraní” y la información de Stiusso, la inteligencia norteamericana e israelí por un largo tiempo. De hecho Antonio “Jaime” Stiusso lleva muchos años en los servicios de inteligencia. Fue desplazado poco antes del inicio del gobierno de Néstor Kirchner y regresó, de su mano, a la SIDE. El ex presidente lo designó para trabajar con Nisman en la investigación del atentado a la AMIA y, finalmente, el Gobierno ordenó su salida ante su enfrentamiento con el jefe del Ejército, César Milani.

Después de tantas sospechas, enfrentamientos y acusaciones cruzadas, la gravedad institucional deviene en la desconfianza y falta de credibilidad. Gran parte de la población no confía en lo que pueda hacer la Justicia, las pericias que puedan efectuar en la morgue o quienes sean los nuevos impulsores de la causa AMIA. Si la relación entre los servicios de inteligencia, la política y el Poder Judicial es tan estrecha y sólo se quiebra ante situaciones límites como estas, cabe preguntarse: ¿cómo lograr que la causa AMIA no quede en la impunidad?

Desde la Agrupación Por el Esclarecimiento de la Masacre Impune de la AMIA (APEMIA), además de rechazar las maniobras diversas que realizaron los distintos gobiernos, propusieron la constitución de una comisión investigadora con acceso irrestricto a los archivos secretos para avanzar en las responsabilidades. Esta iniciativa fue apoyada y levantada por numerosas organizaciones de izquierda en el país que, más allá de maniobras, de un lado y del otro, coinciden en la necesidad de que la impunidad no se vuelva moneda corriente.

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