Avance histórico hacia la paz en Colombia


Un significativo paso en el proceso hacia la paz en Colombia acaba de sellarse en La Habana en presencia del presidente colombiano, Juan Manuel Santos, y el Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Ejército del Pueblo, Timoleón Jiménez, conocido como Timochenko.


Pedro Martínez Pírez
Mariátegui
24/09/15

En lo que se considera la antesala del acuerdo definitivo de paz, que debe firmarse en el término de seis meses, las delegaciones encabezadas por Humberto de la Calle, en representación del gobierno de Colombia, e Iván Márquez, por la organización guerrillera, rubricaron un comunicado conjunto que establece una Jurisdicción Especial de Justicia para garantizar que los crímenes de la guerra no queden impunes.

No vamos a fracasar, ha llegado la hora de la paz, dijo el presidente Santos, mientras que el líder guerrillero Timochenko mostró gran satisfacción por el importante paso dado hacia la solución definitiva de un conflicto que se ha prolongado por casi seis décadas.

Santos y Timochenko, en presencia del presidente de Cuba, Raúl Castro, se dieron un histórico apretón de manos luego de reconocer el papel desempeñado por Cuba y Noruega, como países garantes y Venezuela y Chile como acompañantes de unas conversaciones iniciadas hace tres años en La Habana.

Tanto el presidente Santos como el jefe guerrillero recordaron el llamado a la paz en Colombia formulado el pasado domingo en La Habana por el Papa Francisco, a quien, por cierto, el presidente Barack Obama agradeció en Washington el papel desempeñado en el proceso de normalización de las relaciones de Estados Unidos con Cuba.

El Jefe de Estado de Cuba, Raúl Castro, dijo en la ceremonia realizada en el Salón de Protocolo de El Laguito, en el oeste de La Habana, que la paz en Colombia no sólo es posible, sino también indispensable para que se cumpla cabalmente la declaración de América Latina y el Caribe como zona de paz, proclamada durante la Segunda Cumbre de la CELAC, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, realizada en la capital cubana.

Minutos después de la firma de este importante acuerdo entre el gobierno y la guerrilla de Colombia, el Secretario estadounidense de Estado, John Kerry, lo calificó de avance histórico hacia la paz, mientras que en La Habana algunos analistas políticos lo consideraron también como un nuevo y significativo éxito de la diplomacia cubana.


Comunicado conjunto # 60 sobre el Acuerdo de creación de una Jurisdicción Especial para la Paz 

La Habana, Cuba, 23 de septiembre de 2015

1. Gobierno de la República de Colombia y las FARC-EP reafirman su compromiso con los acuerdos logrados hasta la fecha: "Hacia un Nuevo Campo Colombiano: Reforma Rural Integral", "Participación política: Apertura democrática para construir la paz" y "Solución al Problema de las Drogas Ilícitas".

2. A la vez, reafirman su compromiso con una fórmula de justicia que satisfaga los derechos de las víctimas y contribuya a la construcción de una paz estable y duradera. Con ese propósito estamos construyendo un Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición. En ese marco hemos acordado que se creará una Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición y hemos logrado acuerdos importantes en materia de reparación de las víctimas.

3. En cuanto al componente de justicia, hemos acordado crear una Jurisdicción Especial para la Paz, que contará con Salas de Justicia y con un Tribunal para la Paz. Las Salas y el Tribunal estarán integrados principalmente por magistrados colombianos, y contarán con una participación minoritaria de extranjeros que cumplan los más altos requisitos. La función esencial de las Salas y del Tribunal para la Paz es acabar con la impunidad, obtener verdad, contribuir a la reparación de las víctimas y juzgar e imponer sanciones a los responsables de los graves delitos cometidos durante el conflicto armado, particularmente los más graves y representativos, garantizando la no repetición.

4. El componente de justicia prevé que a la terminación de las hostilidades, de acuerdo con el DIH, el Estado colombiano otorgará la amnistía más amplia posible por delitos políticos y conexos. Una ley de amnistía precisará el alcance de la conexidad. En todo caso no serán objeto de amnistía o indulto las conductas tipificadas en la legislación nacional que se correspondan con los delitos de lesa humanidad, el genocidio y los graves crímenes de guerra, entre otros delitos graves como la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad, la tortura, el desplazamiento forzado, la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales y la violencia sexual. Estos delitos serán objeto de investigación y juzgamiento por parte de la Jurisdicción Especial para la Paz.

5. La Jurisdicción Especial para la Paz tendrá competencia respecto de todos los que de manera directa o indirecta hayan participado en el conflicto armado interno, incluyendo a las FARC-EP y a los agentes del Estado, por los delitos cometidos en el contexto y en razón del conflicto, en especial respecto de los casos más graves y representativos.

6. La Jurisdicción Especial para la Paz contempla dos tipos de procedimientos: uno para quienes reconocen verdad y responsabilidad, y otro para quienes no lo hacen o lo hacen.
tardíamente. A los primeros se les impondrá una sentencia, fundada en las conductas reconocidas después de haber sido contrastadas las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, las sanciones impuestas por otros órganos del Estado, las sentencias judiciales existentes, así como la información que provean las organizaciones de víctimas y de derechos humanos. Los segundos enfrentarán un juicio contradictorio ante el Tribunal.

7. Las sanciones que imponga el Tribunal tendrán como finalidad esencial satisfacer los derechos de las víctimas y consolidar la paz y deberán tener la mayor función restaurativa y reparadora del daño causado. Para todos aquellos que reconozcan responsabilidades por los delitos competencia del Sistema, la sanción tendrá un componente de restricción de libertades y derechos que garantice el cumplimiento de las funciones reparadoras y restauradoras de las mismas mediante la realización de trabajos, obras y actividades y en general la satisfacción de los derechos de las víctimas. Las sanciones para quienes reconozcan delitos muy graves tendrán un mínimo de duración de cumplimiento de 5 años y un máximo de 8 de restricción efectiva de la libertad, en condiciones especiales. Las personas que hagan dicho reconocimiento de manera tardía ante el Tribunal serán sancionadas con pena de prisión de 5 a 8 años, en condiciones ordinarias. Para tener derecho a la pena alternativa, se requerirá que el beneficiario se comprometa a contribuir con su resocialización a través del trabajo, capacitación o estudio durante el tiempo que permanezca privado de la libertad. Las personas que se nieguen a reconocer su responsabilidad por tales delitos y resulten culpables serán condenadas a pena de prisión hasta de 20 años, en condiciones ordinarias.

8. Para acceder a cualquier tratamiento especial dentro de la Jurisdicción Especial para la Paz es necesario aportar verdad plena, reparar a las víctimas y garantizar la no repetición.

9. En el caso de las FARC-EP, la participación en el sistema integral estará sujeta a la dejación de armas, que deberá comenzar a más tardar a los 60 días luego de la firma del Acuerdo Final.

10. La transformación de las FARC-EP en un movimiento político legal es un objetivo compartido, que contará con todo el apoyo del Gobierno en los términos que se acuerden.

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