Tras la terrible masacre ocurrida hace unos días en la pequeña ciudad de Brak en el Wadi Shati, todas las tribus del Sur se han reunido para tomar decisiones y arreglar posibles desencuentros.
Leonor Massanet Arbona
Mariátegui
25/05/17
Los libios saben, desde 2011 que EEUU intenta crear malos entendidos entre las tribus para que luchen entre ellos con el fin de crear el caos y destruir la estructura tribal libia.
A lo largo de estos seis últimos años han ocurrido montones de hechos que pretendían claramente enemistar las tribus.
Occidente no sabe y no conoce la cultura libia de la Jamahiriyah y su forma de resolver cualquier situación.
Normalmente los líderes y ancianos de las tribus en litigio se reúnen y dialogan durante el tiempo que haga falta hasta resolver las situaciones. Desde que occidente intenta desestabilizar el país, además de matar, destruir y robar, se han visto obligados a dialogar mucho más y utilizar toda la paciencia e inteligencia posible para deshacer los entuertos creados por occidente.
Tras la masacre de Brak (143 muertos)por los mercenarios internacionales procedentes de Misratah, las tribus del sur se han reunido y han acordado expulsar del sur a los grupos armados de Misratah.
Entre ayer y hoy han logrado expulsar a esta gentuza de la ciudad de Sebha y ahora van a expulsarlos de todo el sur.
Las gentes del sur de Libia son gente muy pacífica y hospitalaria pero todo tiene un límite, necesitan defender a sus familias, sus hogares.
Las tribus dan tres días a los grupos armados de terroristas para que abandonen el sur de Libia
Recuerdo la primera vez que los grupos armados de mercenarios se desplazaron al sur con sus listas de personas para llevárselas y obviamente matarles, además para poner su bandera de alqaeda o Daesh (ISIS). Recuerdo que mi amigo Osama me dijo que un grupo grande de jóvenes de Sebha les salieron a camino para decirles que en el sur no hacía falta luchar, que todos somos hijos del mismo Dios y por tanto hermanos,…Sin embargo cuando se encontraron frente a ellos mi amigo me contaba que todo cambio, les miró a los ojos y comprendió. Aquella gente no venía con una idea, no les interesaba hablar, tenían los ojos vidriosos y solo querían disparar y matar. Esta es la misión de los mercenarios, hacer lo que les han mandado, son meras herramientas de los que están detrás, a muchos kilómetros de distancia en lugar seguro.
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